Carmona concurrió hace algunos momentos a la Intendencia Metropolitana para demandar que el gobierno asuma su responsabilidad política por la violencia desatada por Carabineros contra los manifestantes.
En tanto, desde la madrugada piquetes de trabajadores, se hicieron presentes en los principales nudos viales de la capital de Chile. Se produjeron bloqueo de calles con manifestantes y barricadas. A mediodía Santiago se encontraba con escaso movimiento de vehículos.
En el resto del país se informó de desfiles acciones en Valparaíso, Concepción, Temuco, Iquique, Antofagasta, Rancagua y otras capitales de provincia. Se recibieron también informaciones de las protestas en la lejana isla de Chiloé a 1200 km al sur de Santiago por parte de los trabajadores del salmón y también en Lota y Curanilahue, en la Región del Biobío. La protesta tiene carácter nacional y se extiende a todo el territorio.
En Santiago, en el transcurso de la mañana, se han ido reuniendo miles de trabajadores en los cuatro puntos determinados por la CUT. La protesta no es aún un paro sin embargo, como expresan los manifestantes, es un ensayo para el paro nacional que llamaría la central de los trabajadores. Se observan banderas chilenas y cientos de carteles de organizaciones sindicales y un entusiasmo que no se veía desde años.
El descontento por la inequidad del neoliberalismo ha llegado a sectores muy amplios, todos golpeados por las alzas, la cesantía, la inseguridad y la marginalidad económica y política que el sistema ha instalado en la sociedad. Para nadie es un secreto el agudizamiento de la desigualdad, el contraste entre los salarios miserables y las utilidades espectaculares de los grupos trasnacionales que saquean al país y que son apoyados por el Ministro de Hacienda cabeza de los neoliberales.
El Gobierno de la Presidenta Bachelet, por su parte, ha movilizado a miles de policías con carros lanza agua y vehículos lanza gases además de policías a caballo y con corazas especializados en apaleos. Ellos, a las 11 de la mañana iniciaron una violenta represión para desalojar los miles de trabajadores que pretendían desfilar hacia el centro de la capital.
Santiago de Chile, 29 de agosto 2007
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