Patricio Pérez, director del Centro Meteorológico y Ambiental de la Universidad de Santiago, explicó que “la autoridad dio más alertas preventivas para anticiparse al empeoramiento de la calidad del aire”, sin embargo, los índices de contaminación aumentaron levemente respecto del invierno anterior.
La intendenta de Santiago, Cecilia Pérez, dio a conocer hoy las cifras que según su interpretación marcaron la caída de la contaminación ambiental en Santiago durante este invierno, apoyándose en que sólo se registraron tres eventos de pre-emergencia.
Luego de una comparación realizada de los años 2011 y 2012, se producen diferencias en los episodios ambientales de este año. Un alza en alertas ambientales de 11 a 16 y la baja en pre emergencias de 7 a 3, con respecto al año pasado.
Las claves para lograr esta baja fueron, según la autoridad, la prevención y conciencia de no utilizar estufas a leña, las fiscalizaciones a industrias y particulares y, sobre todo, el enfoque preventivo que se realizó durante el periodo invernal.
Sin embargo, para el experto en contaminación y director del Centro Meteorológico y Ambiental de Universidad de Santiago, Patricio Pérez, las cifras entregadas por la autoridad no son necesariamente producto de una política para fomentar la descontaminación, sino que pueden deberse a factores externos.
“Se podría pensar que hay algún tipo de medida incluida dentro de los planes de descontaminación, que ha tenido algún efecto, pero también se puede deber a fluctuaciones en las condiciones meteorológicas, que de un año a otro pueden estar más desfavorables”, argumenta el experto de la estatal.
“Este año se declaró un número considerable de alertas preventivas para anticiparse al empeoramiento de la calidad del aire y se recurrió a la prohibición del uso de estufas a leña, con lo que los índices de contaminación bajan considerablemente”, explicó Patricio Pérez.
Con respecto a la medición de la calidad del aire, el Modelo Neuronal, aplicado por la U. de Santiago, calcula el promedio de concentraciones de contaminantes en la ciudad y toma en cuenta todas las estaciones de monitoreo que existen en la capital.
Dicha medición se realiza en los periodos abril-agosto de cada año y para el 2012 mostró, según los datos recogidos por el Centro Meteorológico y Ambiental de la estatal, una leve alza de 80 a 82 microgramos de contaminación por metro cúbico.
Y el promedio de material particulado fino, que es el más dañino para la salud, también tuvo un alza de 35 a 37 microgramos este año, concluyó el experto en contaminación ambiental Patricio Pérez.
Por Isabel Chandía
Santiago de Chile, 4 de septiembre 2012
Crónica Digital