Ya no resulta extraño para nadie que en el habla habitual de los chilenos haya cada vez más palabras derivadas del coa, el lenguaje de los ladrones. El letrero que luce el Cerro Renca, Renca la lleva, se origina en un coa: el que la lleva, llevarla: dícese de quien dirige una cuadrilla, el jefe. De delincuentes, se entiende.
El origen de la palabra coa se remonta al caló de los gitanos españoles. En España Dar la coba, es una modalidad de origen gitano que significa entretener a una persona para que no se mueva o no se fije mientras se realiza un hecho que de fijarse podría estorbarlo. En los diccionarios la expresión dar la coba significa adulación, embuste. Algo así en Chile sería: Engrupir.
Las jergas son un lenguaje que crea cualquier agrupación de personas que comparten algún afán común. En general, sus propósitos tienen que ver con enmascarar las comunicaciones para los efectos de mantener el secreto de sus contenidos; reconocer a quienes son partes de la hermandad o destacar aquellos miembros de la sociedad que ostentan rangos más elevados.
La delincuencia chilena creó su propio lenguaje a partir del español, su idioma madre, y del caló, lenguaje de los delincuentes españoles, el que a su vez se ha nutrido de otros idiomas y lenguajes, cuyos orígenes se remontan a la germanía que fue el lenguaje de los delincuentes españoles entre los siglos XV y XVII.
La cultura gitana, cuya historia y origen se pierde en el tiempo, trashuma en Europa y Asia enriqueciendo el romané, su idioma, con palabras persas, armenias, griegas, eslavas, valacas, magiares, alemanas, francesas, italianas, inglesas, y, por cierto españolas.
El romané, al interactuar con los idiomas locales de cada país por donde los gitanos cruzaron, fue generando grupos de dialectos distintos: sinto, kalderash, lavará, manuch, caló. Este último pasó a ser la jerga usada por los gitanos asentados en España, utilizando para ello, la estructura del idioma local.
Otra importante jerga que aporta a la formación de la nuestra, es el lunfardo argentino. El primer diccionario de lunfardo data del año 1878, bajo el título de El Dialecto de Ladrones y consigna 29 voces y locuciones con sus respectivas traducciones. Entre las primeras, aparece lunfardo con el significado de ladrón.
La palabra lunfardo, viene de lombardo, cuyo significado es ladrón en el dialecto romanesco. En el caso de la jerga de los ladrones bonaerenses, la influencia de la cultura italiana es innegable. En el año 1869, el 80 % de las personas entre los 15 y los 35 años eran extranjeros, siendo los italianos la colonia más numerosa.
Las evidencias de la influencia del lunfardo son muchas. Flayte, bacán, facha, bagayo, balurdo, laburo, yira. También, por la vía del lunfardo, llega el anglicismos take care, derivado en dequisursa: cuidado, y el guaranía gatí, que llega a ser catimba: zapato.
Del español: chamuyar, gil, pilcha, coa, coima, choro, etc.
El fenómeno filológico más popular y fácil de observar en el coa es el vesre, o vesrismo, modo por el cual se invierten las sílabas de una palabra, o ésta se pronuncia al revés.
Pareciera que el lenguaje de la calle de nuestros días, aún cuando se origina en la jerga de los delincuentes, goza de excelente salud. Y ha presionado a la delincuencia por términos nuevos. Cuando un coa se conoce masivamente deja de tener valor jergal.
El de las calles nuestras es una especie de lenguaje en transición basado en el coa histórico y un nuevo modo de decir no necesariamente delincuencial, crea rápidamente palabras y expresiones que necesitamos conocer para entender qué se dice cuando se habla.
No se considera coa, por no tener valor jergal, aquella terminología llamada comúnmente chilenismos: expresiones y palabras del habla coloquial que caracteriza la forma de hablar del chileno.
Estas palabras, tan mal vistas por muchos, son quizás lo más chileno que de verdad nos vaya quedando en estos tiempos confusos y globales.
Por Ricardo Candia Cares
Santiago de Chile, 26 de mayo 2014
Crónica Digital
Ricardo, no sé cuál es el objetivo de tu trabajo, pero puedo asegurarte, con inmensa bibliografía en mi poder, que lo que dices carece absolutamente de seriedad. Todo lo que tú publicas como una jerga chilena es, ni más ni menos, que el VERDADERO LUNFARDO ARGENTINO, solamente compartido con Uruguay, países que son más que hermanos. Su trabajo no tiene sustento científico en absoluto. Todo lo que sostiene se cae a pedazos, cuando uno lee en el Diccionario de Uso del Español, de María Moliner, o en el diccionario de la Real Academia Española ese vocablo y todas las palabras que usted cita como chilenismos. Con todo respeto, señor Candia, y con todo asombro, le digo que su trabajo es totalmente irracional, por cuanto todo lo que usted sostiene obedece únicamente al único Lunfardo, el argentino. Y todas las palabras que usted cita son ARGENTINISMOS, netamente argentinismos. Usted llega a tal desinformación, o desvergüenza, que hasta cita como «chilenismo» el Vesre, que es totalmente argentino-uruguayo. Ellos invierten sílabas con una habilidad únicamente propia de Argentina-Uruguay porque ellos lo crearon y a ellos les pertenece.
No sé qué busca usted con esta tergiversación absoluta de la verdad. Como investigadora tomé contacto con la Academia Argentina del Lunfardo y la Academia Porteña del Lunfardo, como tambi´ne con periódicos de Argentina y con ivestigadores, para que se toma alguna medida con respecto a su falta de ética intelectual, que se llama, en buen Lunfardo, un CHANTERÍO TOTAL. Usted carece de cimientos científicos para sostener lo que dice. Y sólo demuestra que su trabajo sólo tiene DESHONESTIDAD INTELECTUAL. Como investigadora de las Lenguas populares americanas, me da mucha preoucpación que usted se anime a publicar este trabajo «TRUCHO». Usted solamente es un «USURPADOR DE CULTURA». Cierto es que hoy en día, con la globalización, todo se intercambia. Y eso es muy bueno. Pero porque en Chile, o en Argentina, comamos sushi, yo no tendría la desfachatez de sostener que el sushi es chileno, o uruguayo.
Señor Candia, revise su actitud, corrija su nivel intelectual y, fundamentalmente: INFÓRMESE. Hay mucha, demasiada literatura, inmensa cantidad de trabajos argentino-uruguayos acercda del Lunfardo y las palabras que usted atribuye a la cultura chilena. Léalos, para que no siga haciendo un papelón internacional, y con usted, arrastrando a todolos los chilenos, que quedamos, a su paso como usurpadores de culturas vecinas.
Y le agrego algo más: esta preocupante subordinación cultural a la Cultura argentino-uruguaya, o ríoplatense, tiene su explicación en la enorme invasión que hizo, hace unos 25 años, la televisón argentina en Chile y toda Latinoamérica. Docenas de canales y de radios argentinos son seguidos en Chile con admiración. Así es como hemos incorporado el modo de hablar de los argentinos, cosa que antes era bien difícil, por cuanto el contacto era sólo a través de viajes turísticos. Ahora nos metemos en el mundo argentino a través de canales de todo tipo, de noticias, actualidad, turismo, cocina, gurmet, enología, infantiles. También a través de su cine y de sus personalidades que se imponen siempre y despieran nuestra admiración, desde Violetta o Máxima, pasando por Gardel, el Che, Evita, hasta el Papa, por no seguir enumerando. La televisión argentina impone un estilo. Y está en nuestro pueblo admirarlo solamente o admirarlo y someterse a copiar.
Ustede ha hecho un trabajo muy peligroso porque con su inexactitud, con su falta de responsabilidad, incita a copiar y no a CREAR. En vez de admirar sanamente la cultura tanguera ustede la usurpa y pretende, infructuosamente, convertirla en chilena. Desde luego que ninguna persona culta le creerá, pero lo peor no es eso, lo malo es que usted engaña a los chilenos. Usted no tiene RESPONSABILIDAD SOCIAL, porque con su actitud lo único que seguirán haciendo los chilenos es COPIAR, USURPAR, en vez de CREAR, en vez de BUSCAR EL ESTILO PROPIO. Eso es muy lamentable. Y le aseguro que haré lo posible por desmentirlo. Mi contacto con las Academias argentino-uruguayas no quedarán en una queja. Elaboraremos un documento para que ustde deje de mentir con una cultura QUE NO LE PERTENECE.
RICARDO CANDIA TENES QUE RETRACTARTE, PEDIR DISCULPAS A LOS ARGENTINOS POR USURPACIÓN CULTURAL, LA VERDAD ES QUE DA VERGUENZA TU TRABAJO. SOS UN «CHANTA»( Y YO SÍ PUEDO USAR ESA PALABRA PORQUE SOY ARGENTINA), PERO NO ME SORPRENDE LOS CHILENOS SIEMPRE USURPANDO CULTURAS AJENAS, ¿ASÍ QUE PALABRAS DEL LUNFARDO SON CHILENISMOS!???? DENTRO DE POCO VAN A DECIR QUE EL TANGO CANCIÓN NO LO CREÓ GARDEL QUE NACIÓ EN REALIDAD EN SANTIAGO DE CHILE! BASTA YA, LO MISMO OCURRE CON EL CHAMAMÉ Y NUESTRAS CULTURAS GAUCHESCAS EN EL SUR, SE LO ADJUDICARON CON TOTAL CARADURES QUE AHORA DICEN QUE LA CULTURA LE PERTENECE A QUIEN LA TOMA, (ESO ME DIJERON CHILENOS DEL SUR DE CHILE QUE TOCAN CHAMAMÉ Y LO LLAMAN » CULTURA Y MÚSICA PATAGÓNICA»., Y CON ESE CONCEPTO, (QUE SE LO TIENEN APRENDIDO DE MEMORIA) ROBAN ,ROBAN Y ROBAN, CON LA BANDERA DE QUE «LA CULTURA NO TIENE FRONTERAS…» Y BLA BLA BLA BLA. ESTOY CANSADA DE LA DESFACHATEZ Y CARA DE PIEDRA QUE TIENEN. PORQUE NO CULTIVAN SU CULTURA Y DEJAN DE USURPAR DE UNA VEZ!?
Muy bien, Crisitina. Sumamente clara para expresar lo que sienten los argentinos ante tanto «robo» de los chilenos, tanta USURPACIÓN. Tiene ud. toda la razón. Esta gente debería dedicarse a generar su propia cultura. Además, qué curioso, los chilenos no les copian a los bolivianos o a los peruanos… ¡¡¡¡ les copian a los argentinos!!!!! Será que sienten una admiración enfermiza. En cambio se creen superiores a los peruanos y a los bolivianos. Qué lamentable. Supongo que leyendo Wikipedia y los Diccionarios de Lunfardo y de Tango, dejarían de imitar la cultura argentina, que NO LES PERTENECE. Saludos.
Estimado Ricardo todos sabemos o deberiamos saber que la cultura es algo dinamico que tomando distintos elementos y adaptandolos al queacer cotidiano crea una forma de expresar la vida y el lenguaje . Mis felicitaciones por tu trabajo y gran aporte por mostrar desde este angulo esta cultura oculta pa muchos y despreciada por otros.
que respuesta mas callampera
Estimado Ricardo , Te felicito, tremendo trabajo. Los que nos criamos y crecimos en el Chile popular sabemos el real valor de este tesoro cultural chileno que has plasmado con gran certeza en este libro , los demás que opinan desde fuera sin haberse criado en Chile simplemente «no cachan el mote» !!
Atentamente
Sebastian Amaro Belmar
Profesor Universidad Técnica Federico Santa Maria
Es importante indicar ademas que es un error conceptual tremendo pensar que la cultura es propiedad privada o propiedad de organizaciones o etnias, La cultura es simplemente el como vivimos nos desarrollamos y comunicamos, si se planteara como en algunas opiniones que he leído, no podríamos estudiar matemática pues se la estaríamos «robando» a otros pueblos que desarrollaron ese ámbito cultural. En síntesis , he gozado mucho de los graciosos comentarios expuestos que claramente en el ámbito de la risa y la broma cobran un grato sentido.