Las sanciones impuestas a Irán constituyen hoy el principal escollo para un acuerdo con seis potencias mundiales sobre su programa nuclear, aunque círculos parlamentarios alertan que se necesita más para solucionar los problemas económicos del país.
De acuerdo con el periódico Iran Daily, que suele reflejar la opinión del gobierno iraní, mientras se acerca el plazo del 24 de noviembre para alcanzar un entendimiento, «ciertos temas pueden afectar positivamente la conclusión del pacto, pero otros podrían retrasarlo».
El rotativo recordó que funcionarios de esta nación, incluido el propio canciller Mohammad Javad Zarif que se encabeza actualmente en Viena la décima ronda de conversaciones, esperan que el arreglo integral y final se concrete en los próximos seis días.
Zarif y otros representantes persas sostienen desde ayer contactos en la capital austríaca con negociadores del Grupo 5+1 (los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) para sellar el acuerdo que complemente el pacto interino suscrito en Ginebra hace un año.
Sin embargo, Iran Daily reconoce que existen preocupaciones «muy reales y actuales» que ayudarían a la rúbrica de un compromiso, en particular el surgimiento del grupo terrorista Estado Islámico (EI), para cuya eliminación Estados Unidos necesita la cooperación de Irán.
Ello se aprecia así, aunque lo que parece ser un interés compartido estadounidense-iraní por derrotar al grupo terrorista sunnita EI sólo ha emergido en pláticas informales durante las conversaciones oficiales.
Por su lado, el miembro de la comisión parlamentaria sobre Planificación y Presupuesto Hadi Qavami consideró que la dependencia al desenlace de las tratativas nucleares podría conducir a dar más privilegios a las partes negociadoras, sin descartar presiones para que Irán haga más concesiones.
Qavami citó de ejemplo comentarios del G5+1 sobre incluir la situación de los derechos humanos en Irán y su alegada presencia en Siria y El Líbano en la agenda de las conversaciones, en caso de que llegaran a buen final.
«En lugar de prestar atención al resultado del diálogo, la dependencia debe ser de las capacidades domésticas, la reducción de importaciones y el desarrollo de las exportaciones y valores añadidos», para concretar la reforma de la estructura económica impulsada por el gobierno, subrayó.
El diputado reconoció que la gestión del presidente Hassan Rouhani se ha enfocado en minimizar las amenazas extranjeras respecto a años precedentes en materia económica, y por ello insiste en el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea.
«La reforma de la estructura económica impedirá a los enemigos usar erróneamente las conversaciones como un arma para ejercer más presión al país, recalcó Qavami.
Al respecto, estimó sensato trabajar para que la economía iraní dependa lo menos posible de compañías multinacionales, exportación de petróleo y derivados, importación de mercancías y la inversión foránea.
Teherán, 19 noviembre 2014
Crónica Digital / PL