Esta circulando, por estos días, un libro de sugerente título noticioso: ‘’El Dilema de Bolivia’’. En él se detallan extensamente algunos detalles inéditos de las extravagantes relaciones internacionales entre Chile y Bolivia, a raíz de la demanda marítima boliviana interpuesta en la Corte Internacional de La Haya.
La demanda que Bolivia ha presentado en contra de Chile produjo una estampida de declaraciones de autoridades presidenciales y parlamentarias de ambas naciones, y de especialistas en derecho internacional, similar a lo ocurrido hace exactamente un año, cuando los jueces de La Haya dieron a conocer las razones del fallo por la presentación de la demanda peruana, también en contra Chile.
Sin embargo, entre toda esta proliferación de dimes y diretes, donde cada cual autoridad quiere figurar como sostenedor de la verdad, destacan las páginas de este sencillo texto escrito por el periodista Rubén Morales Cofré, un investigador que ha desarrollado una hipótesis a partir de viejos archivos bibliográficos: la premisa del desconcierto de Bolivia, frente a todos los gobiernos chilenos, como el de Salvador Allende e incluso el gobierno militar de Pinochet, entre otros.
Interesa, por ello, comprender algunas de estas conclusiones, pues de acuerdo al ensayo ‘’no es la primera vez que Bolivia intenta una ofensiva internacional en contra de Chile de tipo jurídico, en pro de su delirio marítimo; ya lo había pretendido el 2 de noviembre de 1920 al formular ante la Sociedad de las Naciones, en Ginebra, invocando el Tratado de Versalles, la revisión del Tratado firmado con Chile en 1904’’, ocasión en la que todos los jueces fallaron a favor de Chile ‘’en el precioso archivo que contiene todos los argumentos a favor de la causa chilena y en contra de la pretensión boliviana’’ .
Los originales de estas viejas carillas fueron redactadas por un antiguo intelectual chileno, que también era periodista: Raúl Morales Álvarez, Premio Nacional de Periodismo, fallecido en 1994, y considerado uno de los especialistas chilenos expertos en las candentes cuestiones limítrofes de Chile, viejo redactor del Diario Clarin. En las páginas del libro, por ejemplo, se leen claramente las declaraciones de las propias autoridades bolivianas respecto a su relación con Chile. Es el caso de Víctor Paz Estenssoro, ex Presidente de Bolivia, quien reconocería en una de sus confesiones, en 1964, que ‘’para nosotros el problema del puerto no figura entre los de primera fila que confronta Bolivia (…) La afirmación que a menudo se hace de que nuestro atraso proviene principalmente de la falta de una salida al mar, además de pueril es tendenciosa (…), pues busca desviar la atención del público de las verdaderas causas del estancamiento de Bolivia (…); más premiosa y más convincente para el interés nacional es poner toda nuestra capacidad en desarrollar los grandes factores potenciales económicos y humanos de Bolivia’’.
Es un reconocimiento tácito –de una autoridad presidencial— de que el mar no hace falta a Bolivia.
Llevando estas visionarias declaraciones al presente (para nadie es un misterio el actual despegue económico boliviano) resulta por lo menos sorprendente la extraña actitud que manifestó –casi en esa misma dirección, hace pocos meses (15/09/14)–, el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, donde nuevamente el tema del mar no es lo suficientemente relevante:
‘’Chile ha exportado cobre de minas bolivianas (…) que nos han usurpado en Antofagasta y Cobija (…) por un valor de US$25.000 millones de dólares en un solo año; sumen eso a lo largo de cien años (…) ¡Cuánto nos han robado los chilenos (…) Ellos –los chilenos—están bien gracias a nuestro cobre (…), a nuestros minerales (…)’’.
Esa es una de las hipótesis, entre tantas otras, del desconcierto de Bolivia que presenta este singular estudio.
Habrá que leer entonces el pequeño pero completo ensayo ‘’El Dilema de Bolivia’’, comercializado hoy por editorial Artegrama, que dirige el escritor chileno Alvaro Ricoe, de la Sociedad de Escritores de Chile.
Por Rodrigo Ramírez Vergara,
Periodista, Revista EME
eldilemadebolivia@gmail.com
Crónica Digital
S
antiago de Chile, 19 de febrero 2015Crónica Digital
EXCELENTE NOTA PERIODISTICA. SIN EMBARGO, ME SORPRENDE EL NIVEL DE INFORMACION EXTENSA QUE ARCHIVA ESTE LIBRO. HOY –23/2/15– EL CANCILLER CHILENO, HERALDO MUÑOZ,
SALIÓ AL PASO AL CORREGIR DICHOS DE EVO MORALES, CUANDO EL PDTE. BOLIVIANO SEÑALÓ QUE »ALLENDE QUERÍA UNA SALIDA AL MAR» PARA EL PUEBLO DE BOLIVIA. EL PLANTEAMIENTO NO SOLO LO HIZO ALLENDE, SINO TAMBIEN EL RADICAL GONZALEZ VIDELA E INCLUSO PINOCHET. ES, ENTRE OTRAS COSAS, LO QUE ME ACLARÓ EL LIBRO DEL PERIODISTA RUBEN MORALES COFRÉ. UN BUEN TRABAJO. UN APORTE A LA HISTORIA DE CHILE. COYUNTURAL. NOTICIOSO. OBJETIVO E INTACHABLE.
Es cierto que todos los gobiernos chilenos han intentado solucionar el tema del mar para Bolivia, desde Allende a Pinochet, liberales o conservadores, momios y upelientos. Lo que pasa es que esa es la política exterior del Estado de Chile, mas allá de las ideologías. Lo que sorprende es que la brillante estrategia política boliviana ha hecho de esos planteamientos chilenos –debo recordar que la demanda de La Haya, se basa en el derecho expectaticio– el motivo principal de su demanda maritima actual en la Corte Internacional, como si la culpa la tuviera Chile, y no Bolivia. El oscuro poder –la elite boliviana– no les interesa el mar. Nunca les ha interesado. Lo que quieren es Antofagasta. No se puede jugar asi de facil con el honor jurídico de un país como Chile, pese a que siempre perdemos en los litigios internacionales. Perú nos quitó 20.000 KM de mar patrimonial, y eso el gobierno de Piñera lo celebró como un exito en febrero 2014, diciendo que los limites terrestes no habian sido modificados. Pero hombre!!!. ¡Son 20.000 KM de mar!
Alfredo Dominguez..