El ciclo político está experimentando un vuelco. De las zancadillas elaboradas por el empresariado a través de sus medios de comunicación, los manotazos, escupitajos y bravatas de una derecha desgarrada, sumado a los autogoles de la propia Nueva Mayoría, donde se generaron esbozos de paralización política y económica, el movimiento social vuelve a tomarse la agenda, exigiendo transformaciones, reclamando verdad.
La fuerza multitudinaria de las movilizaciones estudiantiles, han dejado en un segundo plano la desesperanza impuesta por la corrupción, la mentira y el cinismo institucional. Para quienes se encuentran ejerciendo funciones de liderazgo, tanto en el mundo público como privado, ha quedado claro que no basta con protocolos, llamados a la confianza, excusas etc., etc.
No se puede exigir verdad y rectitud en los temas económicos, sin exigirlos con mayor rigor, cuando se trata del derecho de las personas, si parlamentarios, ministros y asesores bailan en la cuerda floja, mientras a otros sencillamente se les pasó la cuenta, los casos que afectan a Carabineros, no pueden dejarnos indiferentes, por fortuna la estudiante Paulina Estay se encuentra en su casa, luego de recibir una agresión salvaje por parte de dos funcionarios de la institución, el 21 de mayo pasado. Rodrigo Avilés en cambio, sigue debatiéndose entre la vida y la muerte.
En la jerga popular se corta el hilo por lo más delgado, sin embargo, las declaraciones preliminares del jefe de zona General Pineda, resultan inaceptables, más preocupante aún la actitud de la fuerza policial en la manifestación estudiantil del día 29 de mayo en la noche. Se apalea sin el mayor recato a quienes se manifiestan de manera pacífica y se da rienda suelta a los delincuentes.
Parece que las ordenes emanadas desde la comandancia de Carabineros, siguen la línea de intentar intimidar la función del Instituto de Derechos Humanos, pero tampoco es descartable que existan civiles interesados en insistir en la tesis de criminalizar los movimientos sociales, como lo han hecho de manera sostenida, los medios uniformados de información. Ese clima de defensa a ultranza de la propiedad privada, por sobre los derechos sociales, ya tiene dos víctimas inocentes. En ese escenario los estudiantes han vuelto a poner las cosas en su lugar, veamos si el gobierno tiene las agallas, para dar el golpe de autoridad que se necesita.
Equipo Crónica Digital, domingo 30 de mayo 2015