Moscú llamó a todos los periodistas del mundo a exigir la liberación inmediata del periodista chileno Gonzalo Lira de manos del Servicio de Seguridad de Ucrania —SBU, por sus siglas en ucraniano—, comunicó la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
«El 5 de mayo se supo sobre la detención del periodista y director chileno Gonzalo Ángel Quintilio Lira López, quien se encuentra en Járkov. Aún se desconoce su destino. (…) Hacemos un llamado a la comunidad periodística mundial para que levante la voz en defensa de su colega y exija su liberación inmediata», dijo Zajárova citada por la Cancillería rusa.
La vocera destacó que el reportero chileno comentó activamente los acontecimientos en Ucrania literalmente desde su epicentro, hablando
sin cortes sobre los
orígenes de la crisis.
Zajárova recordó que
no es la primera vez que Lira desaparece, pues el 15 de abril de 2022 fue retenido por miembros del SBU, «quienes confiscaron sus computadoras portátiles y lo privaron del acceso a todas las cuentas, pero, sin embargo, luego lo liberaron debido a la amplia publicidad sobre su desaparición en los medios».
Según la portavoz, no se puede permitir que la historia de la forzada desaparición en Chile de miles de personas, entre ellas periodistas, «se repita tan literalmente en la actualidad en Ucrania» durante el 50 aniversario del
golpe de Estado fascista de Augusto Pinochet.
«En este sentido, contamos con la solidaridad de las autoridades chilenas, quienes se consideran entre los herederos espirituales de [el expresidente (1970-1973)] Salvador Allende», agregó.
El pasado 5 de mayo, Lira fue detenido por el SBU tras ser acusado de supuestamente apoyar y justificar la operación militar rusa en Ucrania, difundir noticias falsas sobre el conflicto, filmar videos donde intentaba capturar los rostros de los militares ucranianos e insultarlos.
Lira, quien es originario de Estados Unidos y tiene ciudadanía chilena, previamente criticó en sus videos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, y al líder ucraniano, Volodímir Zelenski.
Moscú, 11 de mayo 2023
Crónica Digital/Sputnk
Jue May 11 , 2023
Por Pablo Jofré Leal* Hoy, en el concierto internacional, Estados Unidos y sus aliados buscan contrarrestar el creciente influjo que la federación rusa y la República Popular China impulsan en África, Asia y Latinoamérica. Esto, en materia de concretar una visión y práctica de una política multilateral, que rompa con la hegemonía, que desde el fin del campo socialista ha tenido a Washington y los suyos con un predominio, que ha significado unipolaridad, desestabilización, invasiones, agresiones y la muerte de millones de seres humanos. Así ha sido desde la segunda guerra del Golfo el año 1991, que significó la primera invasión de Irak. La agresión a Serbia, la invasión y ocupación de Afganistán por dos décadas, nuevamente la guerra contra Irak el año 2003 que significó veinte años de ocupación. Siria desde el año 2011. La guerra contra Libia, su fragmentación y el asesinato de Muamar Gadafi el año 2011. Yemen atacada por una coalición direccionada por Washington y con Arabia saudí como ejecutor, guerra que se extiende ya por 8 años. Revoluciones de colores en ex países del campo socialista, golpes de estado como el de Ucrania el año 2014 con el objetivo de cercar a Rusia y al mismo aumentar la incorporación de países europeos a la organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- El trabajo en Latinoamérica, sobre todo de aquellos que desean romper con los lazos de supremacía estadounidense, que hunde sus raíces desde el momento mismo de nuestras independencias formales bajo la doctrina Monroe, tiene como objetivo el debilitar y hasta eliminar esa influencia, nefasta para nuestros pueblos, tanto en su política exterior, como también en política interior: intromisión en los asuntos internos de los países, dependencia económica, tecnológica y militar y, sobre todo, una política de presiones, que frente a conductas de independencia tiene como respuesta sanciones, bloqueos, embargos, acciones de desestabilización y hasta golpes de estado si lo anterior no es suficiente. Desde marzo del 2022, con el inicio de la operación militar rusa de desnazificación y desmilitarización de Ucrania, la política de destrucción global de Washington y el énfasis de defender intereses, a miles de kilómetros de sus fronteras, con apoyo total al gobierno de Kiev – como lo venía haciendo desde el golpe de estado de febrero del 2014 – en perjuicio de sus obligaciones internacionales, ha influido negativamente en la situación del mundo, principalmente económica, de América Latina y el Caribe. Conducta de Washington ha convertido una guerra, localizada en un sector específico en un conflicto global, que involucra a los 30 miembros de la OTAN y la exigencia a otros gobiernos, para que asuman una postura antirrusa. Occidente trata de imponer a los países latinoamericanos su agenda contra Moscú, que se sumen a políticas sancionatorias y por extensión a China, Irán y todos aquellos que buscan un camino distinto a la dictadura global estadounidense y los suyos. El año 2021 el intercambio comercial entre Rusia y los países latinoamericanos alcanzó una cifra superior a los 20 mil millones […]