La actriz y directora estadounidense Angeline Jolie celebró hoy su papel como productora ejecutiva de la película animada The Breadwinner, dirigida por Nora Towmey, sobre los problemas de la infancia.
Estoy encantada de trabajar rodeada de un equipo de talentosos artistas que le harán justicia a la riqueza, la creatividad, y la fuerza de la cultura afgana, dijo Jolie a la revista especializada Variety Latino.
Basada en la exitosa novela, The Breadwinner, escrita por Deborah Ellis, la historia se enfoca en una niña llamada Parvana, que vive en Afganistán bajo el control del movimiento talibán.
Su travesía comienza cuando su padre es encarcelado y ella tiene que disfrazarse de varón para poder trabajar y ayudar económicamente al resto de su familia.
«Millones de niñas como Parvana crecen hoy bajo el yugo de la opresión o rodeadas de conflictos armados. Ellas ayudan a sus familias a sobrevivir bajo esas condiciones», lamentó Jolie.
Según la publicación, Cartoon Saloon es el estudio de animación que dibujará el proyecto cinematográfico animado, del cual no reveló más detalles.
Jolie, quien forma parte del Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados, es reconocida por sus trabajos humanitarios en diversos países, y ha recibido varios reconocimientos por su labor.
Crónica Digital, 11 de Agosto 2015
Mar Ago 11 , 2015
De un tiempo a esta parte, las diferentes dinámicas sociales, políticas y económicas acaecidas el interior del Archipiélago de Chiloé y su relación con el contexto nacional e internacional, dan a entender hacia la opinión pública la presencia de una constante y profunda transformación socio – territorial. Esta situación, que muchos erróneamente tienden a asociar al “progreso” y a “lógicos” e “inevitables” procesos de cambio que vive todo espacio, no es más que una fuerte desarticulación cultural interna que no ha sido gestionada de forma sustentable, esto a manera de evitar alteraciones abruptas en las bases elementales de la comunidad insular. Lo cierto es que Chiloé cambió y, aparentemente, sin vuelta atrás (de continuar la gestión tal cual se presenta en la actualidad). Sin ánimo de generar una visión negativa sobre las transiciones experimentadas (por cierto hay aspectos positivos que perduran), interesa aquí reflejar cómo estas transiciones no han sido del todo controladas y manejadas. Sólo por mencionar algunos ejemplos, es posible decir que hoy por hoy el campo dejó de ser la base del sustento económico, la ciudad pasó a ser el centro de la productividad, los espacios de desarrollo comunitario pierden cada vez más presencia e importancia, las familias viven procesos de desintegración obligada (migración), las industrias priman por sobre las economías locales, el paisaje pasó a ser intervenido, las manifestaciones culturales son cada vez menos llamativas para los más jóvenes, la arquitectura de la madera pierde presencia, el desarrollo es visto como sinónimo de materialismo, la competencia prima por sobre la colaboración, los índices de delincuencia e inseguridad social se han incrementado en el tiempo, la identidad se encuentra fragmentada, el medio ambiente se ha sobreexplotado, la comunicación es inferior pese al bombardeo tecnológico (curioso), el comercio minorista pierde fuerza ante las cadenas comerciales externas, la feria / mercado es reemplazado por el “mall”, el cultor ahora es “artista”, entre muchos otras situaciones que reflejan con notoriedad la falta de EQUILIBRIO en la gestión de estos cambios, trayendo consigo una clara traición e incongruencia hacia lo que es el Chiloé original e histórico, ese que se presenta hacia afuera con fines turísticos, pero que hoy, pese a que conserva rasgos y características propias, ha sido trastocado, alterado e intervenido. Sumado a lo anterior, un tema no menor y perfectamente comprobable en la zona y que, en gran parte, explica las contradicciones del Chiloé contemporáneo, dice relación con la notoria carencia de un proyecto “político” común que involucre y genere acuerdos y/o consensos entre los diversos sectores que dan vida a la compleja y heterogénea malla social chilota, es decir, el sector público (ya sea de nivel provincial o comunal), el sector privado (micro, mediana y gran empresa) y la sociedad civil; está ultima representada por las juntas de vecinos, sindicatos productivos, pueblos originarios, asociaciones y gremios, estudiantes secundarios y universitarios, integrantes del mundo cultural, comunicacional, académico, deportivo y religioso; entre muchos otros. La aludida situación, es la gran “piedra de tope” que impide trabajar en torno a […]