Profundos cambios en los ámbitos de salud pública, educación y desarrollo social trajo a Ecuador la Revolución Ciudadana, proyecto político y social que cumplió nueve años en el poder, de la mano del presidente Rafael Correa.
El mandatario, economista de profesión, se ciñó la banda presidencial el 15 de enero de 2007, luego de obtener el 56,8 por ciento de los votos en una segunda vuelta contra el magnate Álvaro Noboa.
Durante la toma de posesión, el fundador del movimiento Alianza PAIS adelantó que bajo su mandato se instauraría una nueva forma de gobierno en una nación espoleada por las políticas neoliberales, la corrupción y las desigualdades económicas y sociales.
Según declaró ese día en la sede del Parlamento, la Revolución Ciudadana que pretendía llevar a cabo en Ecuador implicaba «un cambio radical, profundo y rápido del sistema político, económico y social vigente, sistema perverso que ha destruido nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad».
El proceso inició con la instalación de una Asamblea Constituyente que en un año tuvo lista una nueva Carta Magna, y con la puesta en práctica de políticas públicas hasta ese momento inéditas en el país, en tanto beneficiaban a los más pobres en términos de acceso a la salud, a la educación y al trabajo.
Un crecimiento económico sostenido, con un Producto Interno Bruto que pasó de 46 mil millones de dólares a 100 mil millones de dólares, miles de kilómetros de modernas carreteras, decenas de escuelas y hospitales, y megaobras como las ocho hidroeléctricas a punto de entrar en operaciones, son muestras palpables de esa transformación.
Según cifras oficiales, desde el 15 de enero de 2007 a la fecha, un millón 500 mil ecuatorianos salieron de la pobreza, como resultado de las medidas implementadas por el gobierno, que ha hecho del Buen Vivir o Suma Kawsay, su política de Estado.
Ecuador ya cambió, hemos vuelto a tener Patria, y tendremos Patria para siempre, pasamos de ser el país de los imposibles a ser un país con grandes logros en todos los sectores, afirmó Correa durante la celebración de los nueve años de la Revolución Ciudadana.
El líder ecuatoriano, que goza de altos niveles de popularidad en el país, opinó, sin embargo, que la obra más importante y duradera del proceso revolucionario es haber recuperado la esperanza, el orgullo y la autoestima del pueblo ecuatoriano.
REFUNDACIÓN DE LA NACIÓN
Para el ministro de Cultura y Patrimonio y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de Alianza PAIS, Guillaume Long, la llegada al poder de la Revolución Ciudadana significó la refundación de Ecuador.
El triunfo de la Revolución Ciudadana puso fin a la larga y triste noche neoliberal, y se refundó el país a través de una Constituyente, recordó el funcionario, quien señaló que hasta ese entonces, la nación suramericana se caracterizaba por la inestabilidad política, como lo atestigua el hecho de que tuvo siete presidentes en 10 años.
De acuerdo con Long, a la revolucionaria Carta Magna, que no solo otorga derechos a los ciudadanos sino también a la naturaleza, se debe sumar la recuperación de la justicia social a través de políticas dirigidas a acabar con las desigualdades, y de la soberanía nacional, como lo demostró el cierre de la base militar estadounidense en la ciudad costera de Manta en 2009.
Otro pilar del aún joven proceso es el cambio de la matriz productiva, cuyo objetivo es hacer del conocimiento y el talento humano el motor fundamental que impulse el desarrollo de la sociedad ecuatoriana.
Si seguimos siendo un país primario exportador, como lo es casi toda América Latina, no vamos a cambiar nuestro destino, nuestro rol en la división internacional del trabajo, y una de las cosas que siempre nos planteamos es alejarnos del petróleo y de las materias primas, advierte Long, tras resaltar la fuerte inversión estatal en la educación superior.
Al respecto, el joven ministro señaló que Ecuador destina a ese sector el 2,13 por ciento de su Producto Interno Bruto, una cifra muy superior al 1,7 por ciento que invierten los países europeos.
SALDO POSITIVO SEGÚN ANALISTA
Al igual que Long, para el analista político ecuatoriano Leonardo Vicuña, el saldo de estos nueve años de Revolución Ciudadana es favorable, en tanto hay resultados positivos en todos los ámbitos de la vida nacional.
De acuerdo con el destacado intelectual, a los logros políticos representados en la nueva Constitución aprobada en 2008, y a la recuperación de la soberanía nacional, la separación de la banca y el poder económico del aparato del Estado, se debe añadir la renegociación de los contratos petroleros y el uso productivo y social de los ingresos provenientes de ese rublo.
En un artículo de opinión con motivo del aniversario, Vicuña destaca también el fortalecimiento de la infraestructura económica y social, sobre todo en lo concerniente al desarrollo energético, vialidad, educación y salud, mientras que el terreno social incluye la ampliación de derechos, la disminución de la pobreza y el incremento de la seguridad ciudadana.
Considera, no obstante, que aún resta por consolidar y defender esos cambios a través de una revolución agraria y laboral, el fortalecimiento de la economía popular y solidaria y del afianzamiento de la gobernante Alianza PAIS en sus estructuras de base.
RETOS
El movimiento político fundado por Correa en 2006 también afronta el reto de ganar las elecciones en 2017 sin la presencia del líder ecuatoriano, quien declinó aspirar a un tercer mandato consecutivo, pese a que una enmienda constitucional recién aprobada permitirá la reelección indefinida de los cargos de elección popular.
La batalla se antoja dura para PAIS, que deberá hacer frente a la restauración conservadora en marcha en el continente, y que ya vio sus primeros resultados con el triunfo de la derecha en Argentina y Venezuela.
Correa, quien en su discurso por el noveno aniversario de la Revolución Ciudadana confesó que si volviera a nacer haría todo exactamente igual, se muestra, sin embargo confiado en la continuidad del proceso.
Esto trasciende, con mucho, a una persona, somos un proyecto político, sentenció días atrás el mandatario, entre cuyos posibles sucesores se mencionan los nombres del exvicepresidente Lenín Moreno, el actual vicemandatario Jorge Glas, y del ministro del Interior, José Serrano.
El candidato oficialista, que tendrá como misión principal demostrar que la Revolución Ciudadana llegó a Ecuador para quedarse, será elegido en la convención de PAIS prevista para noviembre próximo.
Por Néstor Marín*Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Ecuador.
Santiago de Chile, 19 de enero 2016
Crónica Digital / PL