La dinámica de las investigaciones por corrupción y dopaje en el mundo del deporte adquirieron la tendencia de conocerse resultados asombrosos a posteriori, aunque pocas veces se pueden atajar las consecuencias.
Hoy la noticia es el comunicado emitido por el Comité de Etica de la FIFA en la suspensión de por vida de los ex directivos del fútbol en Sudamérica, el chileno Sergio Jadue y el colombiano Luis Bedoya.
No es una sorpresa porque ambos son parte del proceso que adelanta el Buró Federal de Investigaciones y la Fiscalía General de Estados Unidos contra numerosos altos funcionarios del deporte de las multitudes por corrupción, sobornos y tráfico de influencias.
La Caja de Pandora destapada en la FIFA se antoja para muchos apenas la punta del iceberg de un entramado bastante complejo que contaminó la actividad atlética en la palestra internacional, sin soluciones estratégicas.
En un universo de conflictos bélicos, terrorismo, plagas de enfermedades y pobreza extrema, el deporte y en particular el fútbol, son bálsamos de relajamiento. Pero la avaricia a todas luces ha desbordado el vaso.
La nota del Comité de Ética, presidido por el jurista alemán Hans-Joachim Eckert, concluyó que Jadue y Bedoya «pidieron y recibieron sobornos de empresas relacionadas con los derechos de imagen de la Copa Libertadores y de la Copa América Centenario».
Dos eventos, por cierto, de vigencia plena en la actualidad. Las acusaciones de este grupo de la FIFA deberían tener implicaciones mayores, sobre todo porque nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde penetró la corrupción a esos certámenes.
Jadue encabezaba la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile y fungió como vicepresidente de la Conmebol (la confederación sudamericana); además de exmiembro de la Comisión de las Asociaciones de la FIFA.
Por su parte Bedoya fue integrante del Comité Ejecutivo de la FIFA, vicepresidente de la Conmebol y expresidente de la Asociación de Fútbol de Colombia.
Ambos fueron sindicados al ser acusados el 4 de diciembre de 2015 de conspiración por crimen organizado y fraude electrónico por doble contabilidad.
Las miradas se depositan ahora, seguramente con inquietud, en torno a la Copa Libertadores, en su recta final, y la venidera Copa América Centenario, con sede en Estados Unidos del 3 al 26 de junio.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 6 de mayo 2016
Crónica Digital / PL