El Frente Amplio (FA) de Uruguay conmemora hoy el aniversario 47 de su fundación con la convicción de haber avanzado en políticas de beneficio popular para los más humildes, y entre nuevos y viejos retos a afrontar.
Así quedó patentizado en el multitudinario acto celebrado anoche en la ciudad de Piriápolis, departamento de Maldonado, donde miles de frenteamplistas de base de todo el país acudieron con banderas de la coalición y la nacional.
«Perseguimos utopías, construimos realidades», fue el slogan que acompañó la celebración donde los tres oradores principales de la velada político cultural recordaron la génesis de sus fundamentos, destacaron los logros alcanzados en los tres períodos de gobierno y alertaron sobre la compleja realidad actual.
El FA nació en la calle, tenía una práctica de lucha contra el autoritarismo y un ideal común de justicia, señaló Susana Hernández, presidenta de la organización en la provincia de Maldonado.
Indicó que en su trayecto han tenido «tiempo de dolor, de alegría, de lucha, de fisuras y logros, y siempre nos reencontramos y curamos porque nacimos con las raíces bien firmes» y con compañeros que siempre estuvieron dispuestos a cargar con lo más preciado: la libertad.
La vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, por su parte indicó que las luchas sociales y sus desvelos son viejos y «por eso hemos llegado», porque hay una larga acumulación.
Recordó el Congreso del Pueblo de mediados de los años 60 que «echó luz en la izquierda uruguaya» y destacó que allí comprendieron que «es imprescindible» construir una propuesta, un diseño de otro Uruguay posible, en la amplitud, en la diversidad y sin excluidos.
La también presidenta de la Asamblea General (Parlamento) significó que la tozudez en la lucha y en la unidad dentro de la diversidad fue lo que hizo posible recorrer el camino para en marzo concretar la propuesta tan ansiada.
Topolansky alertó que esa construcción no está terminada y «no lo va a estar nunca» porque la «lucha es permanente».
Consideró que hay un antes y un después en el advenimiento del Frente, lo cual es indiscutible, y se refleja cuando llega la luz a un pueblo del interior del país o cuando un paciente acude a un centro médico de la más alta calidad que hoy tiene Uruguay gracias al FA.
En ese sentido el presidente de la fuerza política, Javier Miranda, manifestó que se sublevaron frente a la reacción, al inmovilismo a la indolencia, porque «nos duele cada ser humano que no se realiza en la sociedad».
Remarcó que no se resignan a la desigualdad que es «hija de los privilegios de cuna», del que tiene más poder y dinero y más fuerza; contra «esos privilegios avanzamos en esta rica historia del Frente Amplio», acotó.
Miranda se refirió a vertientes reaccionarias que enarbolan el discurso de la antipolítica como aquello de «que se vayan todos» mezclados con reclamos sectoriales, que a su juicio «es muy preocupante».
Expresó que eso es la negación de la sociedad a través del diálogo y el debate de ideas y la afirmación de la ley del más fuerte; «cuidado, cuidado, con el discurso que niega la política y a los políticos», que conduce al «autoritarismo mesiánico» que ya vivieron, enfatizó.
Alertó que en ello le va la vida a todo el sistema democrático del país porque se «juega la estabilidad de la democracia del Uruguay»
El dirigente político recordó que en países de la región como Honduras, Paraguay, Brasil y otros, han avanzado los nuevos restauradores del orden injusto, «sin miramientos al orden democrático».
Al respecto advirtió, que estos no pararon frente a las instituciones, lo cual constituye un desafío para todos los uruguayos, y pidió estar alertas «frente a los que pudieran verse tentados».
«No estamos libre», afirmó Miranda y exhortó a que sin miedo, con firmeza y responsabilidad se debe responder «a los trasnochados con más democracia y más política».
Por Juan Carlos Díaz Guerrero
Montevideo, 5 de febrero 2018
Crónica Digital /PL
