El Ministerio de Salud (Minsal) de Chile reportó hoy 846 nuevos casos de Covid-19 detectados en la última jornada, la cifra más baja desde mediados de abril.
También el parte oficial hasta las 21:00. hora local del martes. refleja una baja en la cantidad de fallecidos por la enfermedad, con lo que el total de decesos inscritos por el Departamento de Estadísticas e Información en Salud alcanza 14 mil 340 desde la entrada de la pandemia al país.
Con los nuevos casos informados la víspera suman 515 mil 42 los infectados en Chile por el SARS-CoV-2, de los cuales se mantienen como casos activos ocho mil 266 pacientes.
Están ingresados en la red hospitalaria dos mil 602 enfermos, de ellos 733 internados en unidades de cuidados intensivos en estado grave y 576 conectados a equipos de ventilación mecánica, mientras que 83 son diagnosticados en estado crítico.
Según informaron las autoridades sanitarias, las regiones con mayor aumento de nuevos casos confirmados siguen siendo Los Ríos, Ñuble, Magallanes y Maule, todas en la zona sur del país.
Especialistas valoraron loa notable reducción de los contagios en la jornada de ayer, pero alertaron que esta pudiera deberse a que los laboratorios informaron la realización de solo 18 mil 031 exámenes de PCR, la cifra más baja en 20 días.
Asimismo llamaron a la población a no confiarse en la tendencia de las estadísticas hacia una mejoría, pues la pandemia se mantiene en el país y cualquier relajamiento de las medidas sanitarias pudiera provocar rebrotes, como ha ocurrido en otras naciones.
Santiago de Chile, 4 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL
Mié Nov 4 , 2020
¡Las cosas de la vida! Cuando niño descubrí, entre los papeles que heredé de mi padre, un artículo con fotografías acerca de Montserrat, localidad en las montañas de Cataluña, situada entre espectaculares roqueríos. En ese mismo momento me propuse conocerla, quién sabe cuándo ni cómo. La oportunidad se dio muchos años después cuando, desde mi exilio en Gran Bretaña, tomé vacaciones en el balneario catalán de Malgrat de Mar. Allí descubrí un tour de un día a Montserrat. Lo contraté de inmediato. Acompañado de mi esposa de aquellos años, emprendimos la subida. Hermosos paisajes y buena conversa, puesto que conocimos en el bus a una interesante pareja formada por un alemán de unos cincuenta años y una chilena de poco más de veinticinco. Nos contaron toda su conmovedora, trabajosa y, finalmente, exitosa historia de amor. En una folklórica mezcla de español, inglés y alemán, conversamos todo el trayecto. Tanto el germano como yo éramos aficionados a los vinos, así es que aburrimos a las damas por un rato intercambiando términos tales como Trockenbeerenauslese, Edelfaul, Gewürtztraminer, Bocksbeutel, Müller-Thurgau, etcétera. Al llegar a Montserrat nos separamos del dúo encantador. Yo había convencido a mi esposa de visitar el monumento a Raimundo Lulio (Ramon Llull), el Doctor Illuminatus, famoso filósofo y teólogo catalán del siglo XIII. En efecto, allí estaba. Algunos lo llaman “la escala de la creación”, aunque es más conocido como “los peldaños de Montserrat” o el “monumento a Ramon Llull”. Los turistas insisten en escalarlo y más de uno se ha sacado la contumelia. Está prohibido hacerlo, y lo han rodeado de rejas cada vez más altas, pero no faltan las(os) atletas que logran burlarlas. Se supone que los peldaños representan la jerarquía del universo, con Dios en la cúspide, seguido por los nueve coros angélicos, los santos y mártires, los doctores de la Iglesia y luego una larga lista, pasando por animales y vegetales hasta llegar, en la base, al mundo inanimado. Me acerqué lo más que pude y vi con asombro que, debajo del monumento, formando una obviamente despreciable infra jerarquía, se asomaban dos viejos y conocidos políticos chilenos. No los nombraré porque sin duda había más de ellos y no quiero discriminar a nadie. Seguro que algunos aparecerán en la papeleta como candidatos a constituyentes, alcaldes, gobernadores o cores. Después nos dirigimos a explorar los puntos más turísticos: vistas al magnífico roquerío, la basílica, la Virgen Negra, el coro de la Escolanía. En aquellos días les estaba prohibido a los turistas llevar comida a Montserrat, y todos los guías tenían la obligación de dirigir a sus grupos a un gran auto servicio gastronómico donde hasta el agua era cara. Efectivamente, mi pareja y yo hicimos la larga cola, que avanzaba rápido, y compramos dos botellas de agua mineral. Nos sentamos en el rincón más alejado posible de los garzones a devorar los sándwiches de lujo que habíamos preparado en base al desayuno buffet de nuestro hotel. Lo hicimos con la mayor discreción y salimos impunes, riéndonos de […]