Junto a un grupo transversal de diputadas y diputados, la legisladora PS presentó un proyecto de ley que deroga esta causal de divorcio culposo en la Ley de Matrimonio Civil.
«Es inconcebible que al año 2020 se siga considerando a la homosexualidad como causal de divorcio en la Ley de Matrimonio Civil, poniendo esta orientación al mismo nivel de conductas francamente reprochables como atentar contra la vida o el ejercer violencia contra el cónyuge o algunos de los hijos», sostuvo la diputada Maya Fernández tras ingresar a la Cámara un proyecto de ley que deroga esta causal de divorcio culposo de la Ley de Matrimonio Civil.
“Este tipo de discriminación ya no tienen cabida en una sociedad que demanda mayores espacios de respeto e inclusión para todas las expresiones de la diversidad, en particular para las disidencias sexuales de la comunidad LGTBI”, agregó la legisladora.
Cabe señalar que la Ley de Matrimonio Civil contempla tres tipos de divorcio: unilateral, de común acuerdo y culposo. En este último tipo de divorcio es donde se considera la “conducta homosexual” como una causal para terminar el vínculo, junto a otros motivos que, como indica el artículo 54 de la Ley de Matrimonio Civil, impliquen “una violación grave de los deberes y obligaciones que les impone el matrimonio que torne intolerable la vida en común”. Así, la homosexualidad está contemplada junto a causales como atentado a la vida o maltrato grave contra la integridad física de uno de los cónyuges o los hijos, abandono constante del hogar, alcoholismo y drogadicción, o someter a prostitución al otro cónyuge o a uno de los hijos.
“Contemplar la homosexualidad dentro de esas causales de divorcio culposo es una franca discriminación. Además es completamente inútil, pues si la homosexualidad de uno de los cónyuges resulta ser el motivo para terminar el vínculo, se puede disolver el matrimonio a través del divorcio unilateral o de común acuerdo, que son tipos de divorcio bastante más civilizados y, además, constituyen la mayoría de causas”, explicó la parlamentaria.
«Por eso es que junto a un grupo transversal de diputadas y diputados presenté un proyecto de ley para derogar esta causal de divorcio culposo de la Ley de Matrimonio Civil, pues no tiene ninguna justificación mantener este resabio homofóbico en nuestro ordenamiento jurídico», agregó Fernández en calidad de autora de la iniciativa, la que también cuenta con el patrocinio de las diputadas y diputados Carolina Marzán (PPD), Pamela Jiles (PH), las comunistas Camila Vallejo y Marisela Santibáñez, además de Luis Rocafull (PS), Raúl Soto (PPD), Andrés Longton (RN) y Sebastián Keitel (Evópoli)
Vie Nov 6 , 2020
Usted lo sabe, lector/lectora. Una de las estrategias que adopto el proceso de globalización neoliberal de fines de los setentas y comienzos de los ochenta, fue influir e incidir en el sistema cultural-comunicacional-educacional, es decir, en los valores, normas, hábitos sociales, creencias, en el ethos ciudadano. Y vaya si no han tenido éxito ¡Pero, también sabemos, no todo espejismo dura para siempre. Entre otros instrumentos muy importantes para ese logro, las elites de poder han usado los medios de comunicación (radios, tv, redes) así como establecimientos educacionales (colegios, universidades, institutos técnicos)). Y entre sus logros ha estado el descredito de lo público, de todo lo relacionado con lo comunitario, lo colectivo, el bien común, los bienes comunes, lo social, lo relacional. Ha sido un intento –afortunadamente no logrado totalmente como ellos quisieran, y la votación del domingo 25 de octubre lo evidencia-, por desacreditar todo lenguaje que pueda tener que ver con propuestas alternativas, con ecologismo o defensa del medio ambiente, feminismo, pueblos originarios, con lucha por los intereses colectivos, con Estado Social, con socialismo, etc. Ese ha sido un trabajo sin descanso. Lo peor: basado en la ignorancia y los consignismos vacíos (si gana el “Apruebo” seremos Venezuela por ejemplo) que alientan un odio irracional. Mucha gente que, guiada por sus “líderes” de opinión, políticos, televisivos, radiales o en redes, lo único que hace es repetir frases vacías, como si fuesen realidades dadas o autoevidentes. Bien dice Francisco Iero en su Fratelli Tutti : “Palabras como libertad, democracia o fraternidad, se vacían de sentido. Porque el hecho es que “mientras nuestro sistema económico y social produzca una sola víctima y haya una sola persona descartada, no habrá una fiesta de fraternidad universal”. Lo sabemos, a las derechas –más o menos neoliberales- no le interesan los pueblos cultos y bien informados, leídos, organizados, cuestionadores e inquisitivos. No pues, quédese con los opinólogos, los noticieros, y con la farándula que ayuda para banalizar la política, la economía y el acontecer nacional. Todo esto no ha sido obra de la pura casualidad. Ha sido fraguado por partidos, medios, ONG´s que, basados en la ideología neoliberalista endiosa al mercado y la racionalidad del cálculo costo-beneficio; apoyados por intelectuales ( como Hayek, Fukuyama, Mario Vargas Llosa, entre otros), o incluso, sin quererlo, por los mismos posmodernos con su cuestionamiento a los metarrelatos y a los proyectos de sociedad para, de paso, promover que no se puede creer ya en nada ni en nadie, porque no hay sentido. No solo ellos. También ha contribuido la cohorte de “arrepentidos” que surgieron particularmente después de la implosión de los socialismos históricos a fines de los ochenta. Muy bien lo expresa Mario Benedetti, allá por el año 94: “Hoy el arrepentimiento (ya no religioso, sino político) se ha convertido en una industria lucrativa. Ahora, cita a Baudrillard, “todo el siglo completo se arrepiente, el arrepentimiento de clase (o de raza) se impone por doquier al orgullo y a la conciencia de clase”. Sigue Benedetti “En compensación, el Big Brother […]