Conmemorar este 11 de septiembre los 50 años del Golpe de Estado, no solo nos obliga a pensar en el quiebre de la democracia y en la muerte y secuestro de miles de chilenos y chilenas, lo que sin duda determinó y marcó la historia de nuestro país con sangre, sufrimiento y terror.
Recordamos esos tristes y dolorosos acontecimientos cuando los caminos de la violencia y la soberbia se impusieron sobre el dialogo y el respeto a una ciudadanía que guardaba su secreta esperanza de un mundo mejor. Lo que recordamos también en estos 50 años es la pérdida de la dignidad, la pérdida de un estado garante de derechos y protector de las clases más desposeídas de nuestro país.
Un proyecto de país que los radicales forjamos junto al pueblo trabajador en contra de una derecha patronal tramposa que nunca creyó en las reglas de la democracia sino le servía a sus propios intereses; una derecha acostumbrada al cohecho, que tuvo la inmoralidad sanguinaria de poner a los chilenos unos contra otros para favorecer los intereses de unos pocos y a un estado extranjero que impuso un sistema económico sacrificial y explotador.
Por ello, el Partido Radical de Chile entiende que el “Pan, Techo y abrigo” de Pedro Aguirre Cerda y su “Gobernar es Educar” fueron otrora banderas de lucha por un país más justo, solidario y progresista, que sucumbieron ante la bota militar del neoliberalismo clasista y autoritario.
El 11 de Septiembre de 1973 no solo vivimos las bombas, la censura, la persecución y la militarización del país, sino también fuimos testigos del inicio de la revolución capitalista más descarnada del mundo, con un altísimo costo para el progreso nacional, la regresión a los tiempos de las patronales y la privatización de los principales recursos del país, hipotecando la industria nacional que impulsamos desde la creación de la CORFO y otras instituciones del estado enfocadas en un crecimiento económico social, cultural, relacional y sobre todo nacional.
Por eso nos duele el sufrimiento de miles de familias chilenas que fueron directamente afectadas por la muerte, la desaparición, el exilio, la relegación; así como también la tortura, la violación, el abuso sexual, la exclusión, la cesantía y la extrema pobreza. Como radicales nos duele la larga lista de nuestros conciudadanos mártires de ese duro periodo y les recordamos en la persona de un destacado radical sindicalista y presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales co. Tucapel Jiménez Alfaro.
Nos duele también no haber tenido la fuerza y el valor para avanzar en la información entregada por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación de Chile, presidida por el brillante profesor normalista y abogado radical don Raúl Rettig Guissen, quien después de un serio y riguroso proceso de investigación entrega el «informe Rettig» al presidente Aylwin el 8 de febrero de 1991 con escalofriantes relatos contenidos en más de 3400 denuncias de violación a los derechos humanos.
Nos indigna hoy de sobremanera el negacionismo proveniente de la ultraderecha pinochetista, defensora de los asesinos de punta peuco y promotora a ultranza de la jibarización del estado, del cual solo se han servido para generar negocios a costa del sudor de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, expropiando a Chile de sus recursos y su industria. PAN, TECHO Y ABRIGO Lo que perdimos en Dictadura –
A 50 años del Golpe de Estado en Chile. Declaramos explícitamente, sin matices ni titubeos, que LAS VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS SON INACEPTABLES en cualquiera de sus formas, y no hay hecho social o político que justifique su ejecución. Sostenemos que detrás de la excusa del enemigo interno o de la seguridad nacional, no se pueden mancillar los principios básicos de la convivencia democrática, el estado de derecho y la justicia social.
Reiteramos lo que hemos sostenido siempre y es la esencia del Radicalismo: un sentimiento más que una teorización que actúa sobre la realidad tangible, de cada instante y no sobre un Empíreo de designios inmutables. Y ello por una simple y gran razón: Radicalismo y conservadurismo son la antítesis de todos los tiempos; hemos sido la voz del Chile que despertó de su sueño para seguir la bandera del Frente Popular, la Unidad Popular y el Retorno a la Democracia ganado el 5 de octubre de 1988, y porque no decirlo, del 18 de octubre de 2019.
Pero sabemos que esta conmemoración no solo se trata de revisar el pasado y mirar con nostalgia lo perdido; en ningún caso se trata de ello, sino más bien compete a proyectar el desarrollo del país sobre la base de una sociedad más justa, participativa y crítica.
Una sociedad de la igualdad de género, de oportunidades, de realización personal y familiar y sobre todo de una sana convivencia entre los compatriotas, respetando las diferencias, el entorno y el legado a las futuras generaciones.
Hoy saludamos la lucha de tantos y tantas que a partir del 11 de Septiembre de 1973 comenzaron el camino para el retorno de la dignidad y la justicia; porque sin hombres y mujeres fuertes no hay Nación ni Estado y sin hombres y mujeres cultos no hay República ni Democracia. Este 11 de septiembre de 2023 conmemoramos 50 años del nunca más y del sin perdón ni olvido, para militares y sus cómplices civiles, porque un país sin memoria es un país sin historia.
COMISIÓN POLÍTICA NACIONAL – DIRECTIVA NACIONAL.
Partido Radical de Chile.
Santiago de Chile, 6 de septiembre 2023
Crónica Digital
