En conversación con un grupo de periodistas, durante el inicio de las negociaciones del TLC Chile-Panamá hoy aquí, Rocha se mostró esperanzado en lograr resultados concretos y que la madurez de los expertos termine imponiéndose.
«No hacemos nada con dejar cada parte como intocable los capítulos en discrepancia. El lenguaje constructivo a favor del acercamiento y la proyección por un pacto mutuamente ventajoso debería predominar», indicó.
El diplomático resaltó que existe una identificación plena de cara al TLC entre los presidentes Ricardo Lagos (Chile) y Martín Torrijos (Panamá), y ambos tienen la voluntad de acelerar la firma del convenio.
En la decimoquinta ronda de negociaciones, que tiene lugar en el Hotel Caesar Park de esta urbe, Panamá presentará una propuesta de exclusión de 254 líneas arancelarias, que incluye a sus productos agrícolas e industriales más sensitivos.
A cambio, la nación istmeña cederá en la negociación de los servicios financieros, un área en la cual es muy poderosa en contraste con el proteccionismo chileno, opinaron fuentes especializadas locales.
Queremos lograr el mayor grado de protección posible para nuestros productos agropecuarios, recalcó Ferrer, que de algún modo hizo recordar las trabas que se interpusieron a un pacto similar con Estados Unidos recientemente.
Panamá pedirá retirar de la mesa de conversaciones la apertura en unos 254 productos, incluyendo aceite, arroz, azúcar, lácteos, carne de res y de cerdo, al considerar que su agricultura no está al mismo nivel que la chilena en la actualidad.
Valentín Domínguez, presidente de la Asociación de Maiceros de la nación istmeña, declaró que su gremio favorece el libre comercio con Chile en virtud de que gran parte del maíz importado procede del país sudamericano.
«Con un TLC podemos estimular la producción nacional, como también el procesamiento de la industria del maíz», puntualizó.
El diálogo del TLC con el país austral permanece en el limbo desde 1998 y aunque tintes optimistas surgieron después de la visita del mandatario, Martín Torrijos, a Santiago dos semanas atrás, es evidente que serán muchos los cabildeos.
August Simmons, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, adelantó que el TLC se proyecta de forma muy positiva y puede convertir al Istmo en plataforma de distribución de productos chilenos.
Por su parte, Augusto César Rodríguez, titular de los gremios de Profesionales de la nación canalera, remarcó que será necesario estudiar bien la propuesta chilena de abrir el mercado panameño a especialistas de diversos sectores.
«No podemos, sin un análisis serio, lanzarnos en una gran apertura que perjudique los intereses de nuestros profesionales», acotó.
Las empresas chilenas exportaron a Panamá más de 22 millones de dólares durante el 2005, pero la nación canalera apenas envió mercancías al país sudamericano por un monto de 300 mil dólares.
Sin embargo, Chile adquiere en la Zona Libre de Colón productos por más de 126 millones de dólares anuales y es el principal usuario de América Latina del Canal de Panamá.
Por. Fausto Triana, el autor es corresponsal de Prensa Latina en Panamá.
Panamá, 3 febrero 2006
Prensa Latina , 0, 27, 12