Se conoció que tres vacunas sintéticas con potencialidades de reconocer diferentes tipos de información de la hormona ghrelim fueron creadas por especialistas del Instituto de Investigaciones Scripps en California.
El producto, no apto para humanos, lleva a que el organismo de los roedores produzca anticuerpos contra ghrelin, una hormona estimulante del apetito y en consecuencia, del incremento de peso.
Se observó que las ratas tratadas con la vacuna redujeron el peso, y en concreto la acumulación de grasa, a pesar de recibir la misma cantidad de alimento que las que no fueron vacunadas.
De las tres vacunas desarrolladas, dos de ellas se asociaron a la forma activa de ghrelim, una vez inyectadas en los animales, lo que provoocó la creación de anticuerpos contra la hormona del hambre y el bloqueo de ésta.
El descenso en el peso ocurrió a pesar de que las ratas comieron y bebieron normalmente, lo que sugiere que la inhibición de ghrelim tiene un efecto en el metabolismo de los animales.
Los expertos consideran que al disminuir el metabolismo y la acumulación de grasas, la hormona ghrelim aporta a la ciencia datos que pueden ser usados a favor de nuevos tratamientos.
También opinan que los resultados conducen a pensar que la inmunización activa contra la hormona ghrelim podría servir en el control de la ganancia de peso y la acumulación de grasa en los tejidos de los mamíferos.
Sin embargo, en criterio del profesor Kim Janda, autor principal, aunque se ha logrado bloquear la forma activa de ghrelim, no se puede afirmar definitivamente que sólo tenga ese efecto.
Aunque se reconoce la utilidad del estudio, el fin último, que sería lograr una vacuna controladora del sobrepeso en los humanos, es algo difícil y de momento pertenece al futuro, según los autores de la investigación.
Washington, 3 agosto 2006
Crónica Digital
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