Así lo manifestó Teillier, tras advertir que a pesar de los horroros antecedentes que
han ido apareciendo en este y otros procesos, aún no existe la voluntad de investigar a todos quienes se desempeñaron como agentes de la DINA y la CNI e individuos que fueron capaces de cometer estos crímenes horribles deambulan por las ciudades de Chile como si fueran «cualquier hijo de vecino» e incluso pueden postular a cargos públicos, por lo que solicitarán a la Ministra de Defensa la entrega de la nómina de ex agentes de los servicios represivos.
En este sentido, señaló que como partido tienen un listado de 900 nombres, que han entregado a la justicia y que, sin embargo, no han sido interrogados para permitir recopilar nuevos antecedentes, esclarecer la verdad y hacer justicia.
Asimismo, llamó a la presidenta Michelle Bachelet a cumplir con los compromisos contraídos durante su campaña, con relación a facilitar la verdad y la justicia.
El crimen de Victor Díaz
Teillier destacó que, según los antecedentes del proceso, el centro de
exterminio ubicado en calle Simón Bolívar sirvió de lugar de reclusión y tortura tanto para la dirección del PC que desapareció desde calle Conferencia, como de la que fue detenida en diciembre del 1976 y que
encabezaba el académico de la Universidad de Chile e historiador, Fernando Ortiz, quien es padre de la actual directora de la JUNJI,
Estela Ortiz.
Señaló que en ese centro se utilizaron métodos experimentales de tortura, los que fueron aplicados a los prisioneros con un fin
abiertamente genocida en contra del Partido Comunista, ya que al momento de las detenciones de 1976, los servicios de seguridad conocían los antecedentes de un gran número de militantes y dirigentes, información que precisamente les había servicio para llegar a los dirigentes máximos de la organización.
«Por lo tanto lo que se buscó al matar a nuestros compañeros, al torturarlos de manera tan cruel y finalmente asesinarlos, no es el afán de investigar nada sino la voluntad de exterminar físicamente al Partido Comunista», señaló.
Teillier recorrió el itinerario que según las revelaciones de los procesados en el caso calle Conferencia, hicieron los dirigentes
comunistas desde su detención, los que habrían sido trasladados desde Simón Bolívar al centro llamado Casa de Piedra en el Cajón del Maipo, en dónde fueron visitados por el propio Pinochet, lo que deja clara la responsabilidad del ex dictador en estos crímenes.
«Se trató de quebrantar a estos prisioneros para que colaboraran y al no lograrlo, fueron asesinados. El propio Pinochet concurre al lugar para ver el botín de guerra y se encuentra con las palabras consecuentes de
Víctor Díaz, quien le dice que tratar de terminar con el Partido Comunista es como vaciar el mar con un balde. Es ahí donde se toma la decisión de asesinarlos, la que sin duda surge del propio Pinochet y es ejecutada por Manuel Contreras quien le da la orden a Juan Morales Salgado. Una de las mujeres (hoy procesada) le inyecta cianuro a Victor Díaz, para luego amarrar una bolsa plástica a su cuello asfixiándolo», afirmó
Teillier.
Luego, junto a otros 11 cuerpos, sus restos son trasladados a Peldehue, donde los suben a un helicóptero Puma «y no está claro si los tiran al mar o en quebradas del mismo Cajón del Maipo, o en las minas de cal de Lonquén. En eso hay contradicciones en los testimonios», puntualizó el dirigente.
Concluyó que, además, existen testimonios que a una de las mujeres detenidas en esa oportunidad, la mataron con torturas a pesar de haberse comprobado que se encontraba embarazada de tres meses.
Teillier afirmò que el PC demanda que todos los antecdentes emanados del proceso que lleva al ministro Víctor Montiglio sean entregados al juez que i investiga los otros secuestros a partir del caso de calle Conferencia y destacó que no se aceptará la aplicaciòn del decreto de ley de amnistía de la dictadura.
Santiago de Chile, 31 de enero 2007
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