La presencia -todavía en calidad de miembro asociado- de Chile en la Cumbre de la CAN, los próximos días 13 y 14 en Tarija, sur boliviano, también constituye el más reciente paso en el complejo acomodamiento de los distintos bloques de integración regional.
Chile se retiró del antiguo Pacto Andino hace 31 años, cuando el país estaba en manos del dictador Augusto Pinochet, pero después -bajo los gobiernos civiles de la Concertación- tampoco volvió a incorporarse.
También vinculado al Mercado Común del Sur (MERCOSR), integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, Chile más bien ha priorizado una estrategia de lazos con la Unión Europea (UE), con la que ya tiene un Tratado de Libre Comercio.
Santiago impulsa, paralelamente, una fuerte ofensiva orientada a la región de Asia-Pacífico.
No obstante, la decisión de La Moneda fue celebrada por el secretario general de la CAN, Freddy Ehlers, quien declaró: «Regresan los hermanos chilenos, tuvimos que esperar tres décadas, pero ésta es una noticia que va a fortalecer de una manera importante a la CAN».
Bolivia, país sede de la cumbre, es miembro y promotor también de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), junto a Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros. Venezuela, por su parte, ingresó al MERCOSUR, tras retirarse de la CAN.
En los últimos días llegaron a Santiago noticias de discrepancias en el seno de la CAN (integrado entonces por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) sobre la manera de proyectarse como grupo hacia Europa, debate en el que Perú insinuó su posible retiro de la CAN.
Otros presidentes de países asociados a la CAN invitados a la Cumbre, que terminará con la firma del Acta de Tarija y el traspaso de la secretaría pro tempore de Bolivia a Colombia, son Felipe Calderón, de México, y Martín Torrijos, de Panamá.
En ese marco diplomático, Chile ingresa a la CAN con derecho a voz en el Consejo Presidencial, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, la Comisión Andina y otros 22 órganos.
Chile tendrá participación directa en la coordinación frente al Asia-Pacífico y en la profundización de las relaciones CAN-UE, tema que algunos consideran central en la Cumbre de Tarija.
La presidenta Bachelet llegara a Bolivia, país con el que no tiene relaciones diplomáticas plenas, después de varias visitas de altos funcionarios civiles y militares de ambos países vecinos, en un programa de construcción mutua de confianza y acercamiento.
Por tanto, los observadores no descartan que, más allá del retorno chileno a la CAN, la mandataria también lleve a Tarija una importante agenda bilateral a dialogar con su homólogo Evo Morales.
Por Jorge Luna. El autor es periodista y corresponsal jefe de Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 9 de junio 2007
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