Con este llamado a construir una patria más justa para todos, el arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, encabezó el solemne Te Deum Ecuménico, con el que la Iglesia de Santiago se sumó a las celebraciones del aniversario de la Primera Junta Nacional de Gobierno.
«Es preciso crear el clima de confianza necesario para forjar grandes acuerdos nacionales, que incluyan a todos. Para preparar el bicentenario de nuestra nación soberana, se hace necesario un amplio Pacto Social que logre articular el crecimiento económico y sus ventajas, con el aumento de la productividad y de los lugares de trabajo, y con el crecimiento en justicia social y sus imperativos éticos», dijo el Cardenal.
El prelado se refirió además a los hechos que han venido ocurriendo en el país en las últimas semanas y, en general, al estado de la sociedad actual. «Necesitamos imperiosamente plasmar la vida de la sociedad conforme a nuestra dignidad, según la vocación primera de nuestra existencia, y apartarnos tanto de la violencia verbal y física, como de las confrontaciones personalistas que buscan con exceso subrayar protagonismos, perfilar antagonismos o lograr a toda costa provechos electorales, económicos o de otro tipo», afirmó.
Monseñor Errázuriz se refirió también a los «agudos conflictos laborales y sociales» en los que la Iglesia ha ayudado «a restablecer diálogos cortados», mencionando directamente a Monseñor Alejandro Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal, que intercedió decisivamente en la huelga de los sub-contratistas de Codelco.
«La crisis vivida nos pide que invitemos a las sociedades que podrían reducir sus ganancias a promover condiciones más dignas para quienes reciben retribuciones mínimas en relación a sus esfuerzos y necesidades». destacó Monseñor Errázuriz.
El Cardenal alabó la labor del Gobierno en «la búsqueda de las condiciones necesarias para generar estos consensos en el campo de la reforma previsional, de la transparencia y la probidad en las funciones públicas, de la educación de calidad para todos, de la creación de empleos y de la justa retribución del esfuerzo, mediante salarios acordes con la dignidad del trabajador, con sus necesidades familiares y con la productividad del trabajo».
Una especial mención le cupo a los medios de comunicación, a los que llamó a comprometerse con «la verdad, la justicia y el bien», sin olvidar su labor de denuncia.
El Cardenal llamó especialmente a los chilenos a preocuparse de aquellos «que viven al margen de los beneficios de la sociedad», refiriéndose así a «los pobres, los hambrientos, los desnudos, los desesperanzados, los enfermos y los encarcelados».
«Son necesarias las reformas estructurales que nos introducen por caminos de mayor justicia y equidad. Pero ellas no nos dispensan de solidarizar con misericordia con los más débiles», añadió.
Una reflexión especial le dedicó al tema de la droga y sus secuelas sociales. «Es cierto, la autoridad tiene el deber de intervenir con fuerza contra el narcotráfico y contra la proliferación de armas. Pero la drogadicción pide sobre todo más iniciativas preventivas que sean favorables a los jóvenes», dijo.
Los asistentes al servicio de acción de gracias fueron encabezados por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet; acompañada del presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; del de la Corte Suprema, Enrique Tapia y el de la Cámara de Diputados, Patricio Walker.
También estuvieron presentes ministros de Estado, los comandantes en jefes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, el general director de Carabineros, el director de Investigaciones; la totalidad de los embajadores acreditados en el país; además de autoridades diversas, dirigentes de partidos políticos y parlamentarios.
Todos, concluyeron que en este Te Deum quedó ratificada la nueva estrategia de la Iglesia tendiente a enfatizar los temas de equidad y justicia social por sobre los de orden valórico-moral. Esta actitud y compromiso con los más pobres y desposeídos es bien vista y aceptada en amplios sectores de la sociedad chilena.
Por Jaime Escobar M. / Editor de Iglesia de Crónica Digital y de la revista Reflexión y Liberación.
Santiago de Chile, 21 de septiembre 2007
Crónica Digital
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