Estados Unidos se ha puesto fuera de la ley internacional al atacar a un país soberano, Siria, para vengar la derrota de la insurgencia antigubernamental que desde hace siete años lo desangra, con el patrocinio y apoyo militar , político y económico del Pentagono y los poderes del imperio en su pretensión de derrocar a su gobierno legitimo, encabezada por el presidente, Bashar al Assad.
El costo de la intervención militar estadounidenses y sus aliados es brutal:-se habla de 300 a 511 mil muertos, y 12 millones entre desplazados y refugiados, junto a la destrucción de sus instalaciones de salud, escuelas, viviendas, además de la demolición de su patrimonio histórico y económico nacional.
Finalmente, Siria, su gobierno, sus Fuerzas Armadas, sus fuerzas políticas patrióticas han logrado resistir el asedio de siete años de guerra civil y Duma , la localidad de Guta Oriental en que se parapetaban los últimos remanentes rebeldes fue rescatada y volvió al control gubernamental total logrado este sábado 14 de abril, lo que constituyó un triunfo de carácter operativo y estratégico en la confrontación.
El ataque de Estados Unidos , secundado por Londres y Paris, corresponde entonces a una brutal represalia por el triunfo del gobierno de Siria frente a los rebeldes y porque una derrota de estos, es también una derrota de la intervención estadounidense en ese país y un fracaso de sus objetivos intervencionistas.
El ataque, de acuerdo a Serguei Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, aliada de Siria, se escenificó el montaje del supuesto ataque químico – cloro-, siendo encargado de “la puesta en escena” una ONG pro rebeldes, es decir parte de la insurgencia, denominada Defensa Civil Siria, o “Cascos Blancos”, que habrían filmado el episodio de niños a los que se bañaba, supuestamente afectados.
Incluso el jefe del Pentagono estadounidense, James Mattis declaró el 12 de abril que “no tenemos evidencia de uso de cloro o sarín” en Duma, y la única fuente que tenían a disposición era “informes de medios y de redes sociales”.
Hay que constatar que hasta el momento –domingo 15 de abril no existe ninguna prueba, antecedente real de inteligencia, testimonio efectivo de que el ataque químico fechado el 7 de abril, se haya producido. Incluso El Mercurio de Chile, lo califica de “presunto bombardeo con armas químicas”.
Muy distinta, lamentablemente es la percepción que hizo presente el presidente de Chile, Sebastián Piñera, al intervenir en la VIII Cumbre de las Américas en Lima donde se hizo parte de las argumentaciones con las que Donald Trum justificó el bombardeo.
Dijo Piñera: “Quiero expresar y condenar con toda la fuerza y claridad el esfuerzo por utilizar, almacenar o producir armas químicas, que constituye sin duda un grave atentado a los derechos humanos y a la humanidad, y muy especialmente cuando, como ocurrió en Siria, se utiliza para asesinar a su propio pueblo”.
No hubo condena o referencia alguna a la resolución unilateral del ataque perpetrado por Estados Unidos, la violación del Derecho Internacional y el irrespeto de las atribuciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el hecho de que el criminal ataque se haya realizado sin presentar ninguna prueba de sus acusaciones.
Y algo muy importante cuando Trump aprieta el gatillo, precisamente este sábado debía iniciar sus labores en la zona, un grupo de expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que había llegado a Siria el jueves pasado y cuyas conclusiones se estiman determinantes para señalar eventuales responsabilidades por el hecho.
Según parece a Trump no le parecía relevante esperar una conclusión científica del caso. Y da la impresión de que al presidente Piñera y a otros que hablaron en Lima, tampoco.
El caso es que para los efectos del Derecho Internacional y la apreciación ética y política del caso, hay un autor, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump – que además se ufana de ello. Pero también hay otros dos gobiernos que le acompañan en calidad de coautores, el Reino Unido y Francia, con la Primera Ministra, Theresa May y el Presidente Emmanuel Macron.
Otros países o mandatarios que podrían ser considerados, cómplices y encubridores, se apresuraron en justificar y aplaudir el ataque y otros, que siendo más cuidadosos en el lenguaje igual aceptaron los fundamentos del ataque. ¿podrían ser calificados de políticos o vasallos o subordinados?.
Todo queda a su franca y sincera percepción y conciencia.
Por otro lado, qué gran diferencia con la dignidad y valor político de un Ricardo Lagos, cuando se negó a las presiones de la Casa Blanca y el Departamento de Estado y le dijo no a George W. Busch y su pretensión de comprometer a Chile en un apoyo a la invasión militar de Irak, con el pretexto de que tendría armas de exterminio masivo, lo cual resulto falso, de falsedad absoluta, y solo era un pretexto para la ocupación militar, política y económica del país, el derrocamiento de su presidente, la destitución y persecución de sus autoridades legitimas, y el ulterior asesinato de Saddam Hussein, además del saqueo de su petróleo, y de desatar el imperio del caos en el país.
Es bueno recordar además el historial de montajes, operaciones clandestinas, acciones de guerra sicológica que ha acompañado la historia militar y política de Estados Unidos en sus pretensiones de ejercer el rol de matones o de fuerza de intervención de este barrio llamado Tierra .
Es oportuno recordar por otro lado que el escenario latinoamericano-no ha estado ajeno a estas intervenciones –montajes mediante o ablandamientos de guerra sicológica estadounidenses y Chile tiene mucho que mostrar en su historia reciente a la gente que prefiere olvidar, dar vuelta la hoja y objetivamente hacerse cómplice de las barbaridades cometidas por Pinochet, en nombre de los intereses estadounidenses, actuando de “fuerza de ocupación” de su propio país y reprimiendo al “enemigo interno”.
En la historia de la región hay una larga lista de agresiones, invasiones, ocupaciones y complots: Guatemala, Cuba, Panamá, Nicaragua, Colombia, Venezuela, México, Granada., de manera que hay más de una razón para estar alertas. Sin olvidar Irak, Libia, el Golfo de Tonkin, a nivel global.
De paso hemos sido notificados no hace mucho que está en plena vigencia y es un instrumento de penetración, adoctrinamiento y política, la conocida Doctrina de la Seguridad Nacional, en una versión siglo 21 que se debe leer como “Estados Unidos, primero”. ¿Le suena conocido a alguien de la cancillería chilena y de La Moneda?.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director
Crónica Digital
Santiago de Chile, 15 de abril 2018
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Recordemos también los bombardeos a Yugoeslavia por USA/UE.