ANÁLISIS ELECTORAL DE LA CONTIENDA PRESIDENCIAL CHILENA

Michelle Bachelet obtuvo un respaldo de 53,49% en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, totalizando 3.712.902 preferencias ciudadanas. Es decir, conquistó 2,18 puntos más que Ricardo Lagos en el balotaje del 2000, con 74.744 votos adicionales. ¿Cuál es la causa de este rotundo éxito de la abanderada de la Concertación?

Un examen analítico de los resultados inevitablemente pasa por considerar la conducta del electorado que en la primera vuelta respaldó a Tomás Hirsch, el candidato del Juntos Podemos Más.

En efecto, Bachelet obtuvo entonces un 45,95%, frente al 48,63% de la votación conjunta de los candidatos de la Alianza por Chile, Joaquín Lavín y Sebastián Piñera. Es decir, la derecha superaba en 2,68 puntos a la Concertación.

En este contexto, el 5,40% de Hirsch se transformaba en clave para el desenlace final de la elección.

Sin embargo, como es sabido, no hubo una única postura al interior del Juntos Podemos.

Las dos fuerzas principales del pacto tomaron opciones diferentes. el Partido Comunista formuló un llamado a votar por Bachelet, luego que la candidata se pronunciara sobre una propuesta de cambios institucionales y sociales, destacando la reforma del sistema electoral binominal. Por el contrario, Hirsch y el Partido Humanista llamaron a anular, a partir de la consideración de que ambos candidatos eran expresiones del neoliberalismo.

Por tanto, un primer nivel del análisis implica revisar el impacto que esas convocatorias tuvieron en el comportamiento electoral del electorado de izquierda.

EL VOTO NULO

El dato fundamental es que los votos nulos en la segunda vuelta llegaron a 154.329 con un 2,16%, mientras que en la primera vuelta llegaron a 179.112 con un 2,50%.

Es decir, en la segunda vuelta hubo 24.783 personas menos que anularon su voto, lo que lleva en forma inevitable a la conclusión de que la convocatoria a anular no tuvo incidencia en la conducta del electorado.

Por otro lado, los votos blancos fueron 47.710 (0,66%) en el balotaje, mientras que en la primera vuelta 83.859 ciudadanos (1,17%) dejaron en blanco sus votos. Es decir, en la segunda vuelta hubo 36.149 personas menos que adoptaron esta decisión.

Al sumar votos blancos y nulos se observa que en la segunda vuelta llegaron al 2,82%, mientras que en la primera fueron un 3,67%.

Un dato significativo, para efectos de calibrar el fenómeno, es constatar además que la cantidad de votos nulos en el balotaje fue inferior al promedio histórico.

En las elecciones presidenciales de 1989, 1993 y las dos vueltas de 1999 y 2000, los votos nulos tuvieron, en promedio, un 2,93%. Esto, considerando que se incluyen los primeros comicios post–dictadura (ocasión en que comunistas y humanistas respaldaron a Patricio Aylwin).

En las elecciones presidenciales de 1993, los votos nulos fueron 270.991 (3,67%) y los blancos 136.750 (1,85%). Al sumarlos, se llega al 5,52%.

En aquella coyuntura no hubo ninguna convocatoria nacional a anular el voto. Pero los ciudadanos que adoptaron ese camino fueron más que los que ahora tomaron esa definición.

En las elecciones municipales de 1992, 1996, 2000 y de concejales de 2004, los votos nulos promediaron un 6,59%. En esta última, en que el Juntos Podemos se presentó por primera vez como pacto y logró su mayor respaldo electoral, los nulos fueron 477.925 (6,95%) y los blancos 273.015 (3,97%). Ambos porcentajes sumados dan un 10,92%.

En las elecciones parlamentarias de 1989, 1993, 1997 y 2001, los nulos promediaron un 7,68%. En los comicios para diputados de 1997, llegaron al 13,51%.

Por otra parte, en las elecciones para diputado de diciembre pasado, los nulos fueron 379.377 (5,33%) y los blancos llegaron a 218.242, con 3,06%. En promedio, alcanzaron a un 8,39%.

ELECCIÓN PRESIDENCIAL

En la primera vuelta del 10 de diciembre las preferencias de Sebastián Piñera fueron de un 25,41% (1.751.866), mientras que Joaquín Lavín llegó a 23,22% (1.601.169). Ambos obtenían, sumados, un 48,63%. Pero en la segunda vuelta, Piñera logró un 46,50%, con 3.227.658 votos.

Esto significa que un 2,13% (125.337) de quienes respaldaron al candidato de la UDI en diciembre, no lo hicieron por el empresario el 15 de enero.

En tanto, Michelle Bachelet llegó al 45,95% en la primera vuelta y Tomás Hirsch a un 5,40%. La suma de ambos alcanzó al 51,35%. En términos absolutos, Bachelet logró un total de 3.167.939 votos, mientras que Hirsch llegó a 372.609. Al sumarlos, se obtenían 3.540.548.

Sin embargo, en la segunda vuelta Bachelet acumuló 3.712.902 preferencias ciudadanas con un 53,49%.

Todo lo anterior indica que lo más probable es que la casi totalidad del electorado que adhirió a Hirsch en la primera vuelta, lo hizo luego por Bachelet en la segunda, tomando en cuenta que los votos nulos de enero fueron menores que los registrados en diciembre, al igual que en el caso de los votos blancos.

Es posible inferir que la convocatoria a anular el voto tuvo una incidencia circunscrita a una parte de la militancia del Juntos Podemos, un segmento de los más politizados, pero que los electores de la izquierda –incluso aquellos que marcaron sus preferencias por los candidatos a parlamentarios del Partido Humanista y las otras fuerzas que coincidían en el llamado al voto nulo– optaron en la segunda vuelta por votar contra la derecha.

Esto también es demostrable, por último, por el hecho que el porcentaje de votos nulos y blancos está por debajo de los márgenes de su promedio histórico, como ya se apuntó.

El cuadro descrito debe completarse con otra variable: la adhesión lograda por Bachelet en la segunda vuelta no sólo se explica sino sobre la base de un traspaso generalizado de los votos del Juntos Podemos, sino porque además sumó un porcentaje de adherentes de Lavín.

En efecto, logró 172.354 adhesiones más (2,14 puntos) que los votos sumados de la Concertación y el Juntos Podemos en la primera vuelta de diciembre.

Por: Víctor Osorio. El autor es, periodista y escritor. Editor General de Crónica Digital.

Santiago de Chile, 20 de enero 2006
Crónica Digital
, 0, 679, 3

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Next Post

ALFONSO FRAGA: ME LLEVO EL CARIÑO DE AQUELLOS QUE NUNCA HAN DEJADO DE APOYARNOS

Vie Ene 20 , 2006
Hablar con Alfonso Fraga Pérez, 66 años, casado, tres hijos, de profesión abogado – hasta hace algunas horas embajador de Cuba en Chile – es conocer a uno de los hombres más experimentados de la diplomacia cubana, a quien le ha tocado, según confiesa, “defender a la Revolución cubana en muchas naciones del mundo”. ”Llevo 44 años en trabajo diplomático”, revela a Crónica Digital el ex representante de La Habana en Santiago. Ha servido a su nación en países claves y también en altos cargos en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue embajador en Yugoslavia, en la República Popular China, “allí tuve la oportunidad de conocer antes de 1973 al entonces embajador chileno, Armando Uribe”, recuerda con agrado. También prestó servicios en Polonia, y por siete meses en la ex República Democrática Alemana. A fines de los años 70 fue director de los países socialistas de Europa en la Cancillería cubana. Durante mucho tiempo fue representante de Cuba en Zimbawe, “país donde tengo mis mejores recuerdos”, rememora, y a principios de los años noventa sirvió como jefe de la misión en la Oficina de Intereses de Cuba en Estados Unidos. Fraga, uno de los diplomáticos más avezados de su país, llegó a Chile en diciembre del año 2000, a fines de ese mes presentó sus cartas credenciales al presidente Ricardo Lagos, desde ese año hasta hoy, el representante caribeño dice que “he tenido que vivir muchos sinsabores, pero también muchas alegrías”, como el mismo revela. Para el ex hombre de Fidel Castro ante Ricardo Lagos, dice que “no es fácil” ser un diplomático cubano, porque “al principio tuvimos que ser diplomático no de carrera, sino a la carrera”, pero sostiene que en los 44 años la actividad política está le “ha dado una gran experiencia”. En el plano íntimo, Fraga recuerda a su madre Leonor Pérez como la mujer que le entregó los grandes valores que está hoy lo guían en su vida: “Mi madre era una santa, era una católica muy activa, pero también era una gran revolucionaria. Ella se montaba en cualquier camión para ir a trabajos voluntarios o para trabajar en la alfabetización”. Este hombre que nació en La Habana, se siente orgulloso de su familia “mi hija es médico, tengo cinco nietos, pero por sobre todo debo decir que mi esposa Isolina, es la que siempre me ha apoyado, ella ha estado a mi lado en cada momento de mi vida y es junto a mi familia, el faro que alumbra mi existencia”, revela, por mientras que sus ojos se humedecen al agradecer a los suyos. Tras hablar de su vida y la familia, Fraga accede a responder las interrogantes de tres grandes temas que marcaron su gestión en Chile: Relaciones entre La Habana y Santiago, fallecimiento de Gladys Marín y elección de Michelle Bachelet como presidente de Chile. Cuando Usted llegó a Chile, recién había asumido la presidencia Ricardo Lagos, ¿Cómo evalúa las relaciones entre las dos naciones? Nosotros llegamos aquí con muchos deseos de […]

Te puede interesar:

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg