Al igual que hizo con la Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF, el gobierno argentino dio otro paso para recuperar un sector vital para la economía, los ferrocarriles.
El Senado convirtió en ley el martes 15 una iniciativa para re-estatizar los servicios ferroviarios de pasajeros y carga, más toda la infraestructura de vías férreas.
Para el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien se echó sobre los hombros el programa nacional de renovación y desarrollo de este importante sector, «fue un día histórico para el transporte ferroviario».
Tan solo falta que la presidenta Cristina Fernández promulgue la legislación y aparezca publicada en el Boletín Oficial para que comience el establecimiento del grupo empresarial Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado que asumirá la administración y el control de todas las operaciones del sector.
Durante los años de neoliberalismo salvaje de la década de 1990 los trenes pasaron a manos de concesionarios privados que mantuvieron en operación las líneas que le resultaban más fáciles controlar, menos costosas de mantener y más rentables.
Y así muchas vías tanto de pasajeros como las de larga distancia y otras interurbanas del interior del país quedaron abandonadas, al igual que muchas de carga como el tren transandino que unía a Mendoza con Chile, una ingeniosa obra de ingeniería civil que hoy parece un trazado fantasma.
Al tanto que el ferrocarril es un medio clave para el desarrollo del país, el gobierno argentino viene acometiendo desde el pasado año la inversión más importante en el sector en los últimos 60 años, lo que hizo imperante que su administración fuera estatal.
La iniciativa permitirá acentuar el rol del Estado en el proceso de transformación abierto luego del tragico accidente ferroviario ocurrido el 11 de febrero de 2012, en el que murieron 52 personas y más de 700 resultaron heridas.
Ese accidente -coinciden observadores- se debió al descontrol que tenía la concesionaria privada sobre la operatoria de la Línea Sarmiento.
La aprobación de la ley representa una fuerte apuesta política para el Gobierno y el ministro Randazzo, al tiempo que constituye un nuevo avance en la regeneración de las capacidades públicas para llevar adelante una política ferroviaria coherente, señaló el comentarista Tomás Lukin.
Será una alta responsabilidad para Randazzo y el futuro ministro de Transporte que asuma con el nuevo gobierno a partir del próximo diciembre, para hacer que el sector sea eficiente como sucedió con la recuperación de las AFJP, Aerolíneas Argentinas e YPF, que el Estado las salvó de la decadencia y el vaciamiento.
La legislación no saca del tablero totalmente a las empresas privadas, algunas de las cuales seguirán trabajando en ramales pero como operadoras con sus medios en el uso de las vías y la infraestructura férrea con el pago del correspondiente peaje, entre otras obligaciones.
Pero no figurarán más como concesionarios/privatizadas, ya que sus contratos serán reconvenidos.
En lo adelante, el Estado será el que planifique, ordene, controle, priorice y gestione en forma integral el sistema ferroviario carguero y de pasajeros de Argentina que llegó a tener la red férrea más extensa del mundo, la cual ahora se quiere recuperar.
La tarea que Randazzo y su Ministerio tienen por delante no será fácil pues implica la recuperación del control y renovación de las líneas, la gestión de los sistemas de circulación, la puesta en marcha de un esquema de acceso abierto a los ramales.
También deberá atender la reconfiguración de las concesiones y el establecimiento de requisitos para los privados que quieran registrarse como operadores.
Se espera, como ya se está viendo en el transporte público, una mejoría ostensible en los servicios; se reinaguraron las abandonadas conexiones de larga distancia de Buenos Aires a Rosario, Córdoba, Mar del Plata, así como itinerarios entre puntos en el interior país.
En los trenes de cargas el nuevo sistema mejorará la competitividad en algunas economías regionales, que dejarán de depender de un solo proveedor para el traslado a una tarifa accesible de sus productos.
Ese servicio en particular florecerá a partir de la llegada del nuevo material rodante -vagones y locomotoras- desde China para el Belgrano Cargas y Logística a partir del próximo año.
Por Martin Hacthoun
Buenos Aires, 16 abril 2015
Crónica Digital / PL
