Miles de argentinos acompañaron hoy a las Madres de Plaza de Mayo a realizar la ronda dos mil, manifestación que vienen haciendo en ese histórico sitio cada jueves desde tiempos de la última dictadura cívico-militar.
La muestra de apoyo popular tiene lugar en medio de denuncias de organismos de derechos humanos sobre un creciente hostigamiento por parte del gobierno de Mauricio Macri.
Por demás, el mandatario es hoy duramente criticado por las opiniones que dio a un canal norteamericano el miércoles sobre el terrorismo de Estado que vivió el país durante el período dictatorial de 1976 a 1983.
«No tengo idea si los desaparecidos fueron 30 mil» durante la dictadura, dijo Macri desconociendo la cifra que consignan los organismos de derechos humanos.
Calificó de «guerra sucia» a la represión ilegal, considerada en cambio terrorismo de Estado por quienes reclaman memoria, verdad y justicia, y dijo que no impulsará los juicios contra los crímenes de lesa humanidad para no «interferir», se excusó.
Por demás, Macri llamó «desquiciada» a Hebe de Bonafini, la titular de Madres de Plaza de Mayo, en línea con el «Locas» de la dictadura. Sus declaraciones desataron duras críticas de políticos opositores y el repudio de los organismos de derechos humanos, que lo acusaron de «despreciar el tema».
Nora Cortiñas, dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, alertó en declaraciones a radio FM Delta que «hay un hostigamiento a los organismos de derechos humanos», y que existe «un desprecio total» por estos asuntos.
En ese sentido, advirtió que «a medida que pasan los meses, este Gobierno se está acostumbrando a desfigurar la historia como si (durante la dictadura) no hubiera pasado nada».
«Su desacertada opinión refleja lo que verdaderamente siente y piensa», opinó Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
Sobre el término «guerra sucia» para definir el terrorismo de Estado, Carlotto repudió tal definición que fue utilizada por los defensores de los genocidas.
Criticó que «llamar terroristas a nuestros hijos es la ofensa más grande porque fueron militantes que con defectos y virtudes hicieron lo mejor por nuestro país, que es lo que no están haciendo ahora».
Por su parte, la diputada nacional Victoria Donda (Libres del sur) refutó el dicho del Presidente sobre guerra sucia.
«Quiero que Macri me diga si condena a esos militares que empujaron a mi mamá de arriba de un avión y me regalaron», exigió.
«Quiero escuchar de él si condena el terrorismo de Estado porque no lo escuché, quiero saber si condena a los militares que llevaron adelante la masacre más grande que vivió nuestro pueblo», reclamó Donda.
Y cuestionó: «Que un presidente de este país diga eso, es como que la primera ministra alemana diga que desconoce cuántas son las personas asesinadas en el Holocausto».
Buenos Aires, 11 de agosto 2016
Crónica Digital / PL