Durante los debates, el legislador Helder Salomón, del Partido de los Trabajadores (PT), calificó de vergonzosa la compra, con dinero público, de votos para enterrar la denuncia presentada por la Procuraduría General de la República (PGR).
La acusación, como mínimo, necesita ser aceptada e investigada, manifestó por su parte el diputado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Fabio Sousa, quien ofreció además un desagravio a los 17 integrantes de la CCJ que fueron sustituidos para asegurarle respaldo a Temer.
Entre quienes resultaron apartados de su titularidad para evitar que votara por la admisibilidad de la denuncia estuvo el Delegado Waldir, del Partido Republicano (PR), que dijo haber recibido varias amenazas por no aceptar posicionarse a favor de la bancada gobernista.
Un gobierno con ocho ministros investigados y un presidente denunciado por corrupción es una organización delictiva, sostuvo antes de insistir en que no cejará en sus críticas al Ejecutivo. ‘Los bandidos del gobierno no me conocen’, remarcó.
Michel Temer es acusado de aprovechar su condición de jefe del Poder Ejecutivo para recibir ventajas indebidas por intermedio de su ex asesor especial y ex diputado federal Rodrigo Rocha Loures, filmado cuando recibía una maleta con medio millón de reales entregada por funcionarios del grupo JBS, investigado en la operación Lava Jato.
A partir de la delación de Batista y otros ejecutivos del grupo JBS, Temer es además investigado por presunta obstrucción de la justicia, al avalar la compra del silencio de su aliado y ex titular de la Cámara baja Eduardo Cunha, preso y condenado a más de 15 años de cárcel por corrupción pasiva, lavado de dinero y evasión de impuestos.
En el informe presentado el lunes a la CCJ, Zveiter recomendó admitir la acusación presentada por la PGR por considerar que la misma contiene indicios suficientes de autoría y materialidad.
La denuncia no es inepta ni fantasiosa; es una acusación grave con sólidos indicios, sostuvo Zveiter contradiciendo argumentos de la defensa del gobernante, según la cual el mandatario no cometió cualquier ‘falta de naturaleza moral, ética o criminal’.
Para que la denuncia de la PGR sea admitida por la CCJ requiere del respaldo de por lo menos 34 de sus 66 miembros efectivos.
Con independencia del resultado de la votación en el colegiado, el propio relatorio será sometido a la consideración del pleno de la Cámara baja, el cual será en definitiva el encargado de admitir o no la acusación.
Para que ésta sea aceptada y luego enjuiciada por el STF deberá tener la aprobación de 342 de los 513 miembros de esa instancia legislativa.
Brasilia, 13 julio 2017
Crónica Digital /PL
