En términos similares se manifestó el parlamentario del Partido Democrático Laborista (PDT) Pompeo de Mattos, quien denunció que ‘Temer está usando todo su poder para comprar diputados’ para que voten contra la admisibilidad de la acusación ofrecida por la Procuraduría General de la República (PGR) al Supremo Tribunal Federal (STF).
Por su parte, el líder de la bancada de Partido de los Trabajadores (PT), Carlos Zarattini, demandó posponer la discusión y abrir un espacio para la intervención de la parte acusadora, a fin de lograr ‘un equilibrio mínimo’ en el debate, lo cual fue rechazado por el titular de la Casa Rodrigo Maia.
Tal y como estaba previsto, en la sesión plenaria de la Cámara baja el primero en usar de la palabra fue el relator Paulo Abi-Ackel, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien defendió su parecer favorable al archivamiento de la acusación, aprobado en julio último por la Comisión de Constitución y Justicia.
Lejos de referirse en detalle a la denuncia por corrupción que enfrenta Temer, Abi-Ackel dedicó la mayor parte del tiempo de su exposición a encomiar las que reconoció como ‘modestas señales de recuperación’ de la economía nacional y defendió los ‘remedios amargos’ dados por el gobernante al país para enfrentar la crisis.
El legislador tucano consideró que sería un equívoco admitir la denuncia de la PGR, lo cual conllevaría al apartamiento temporal del titular del Ejecutivo, pues ello -dijo- puede causar inestabilidad económica y política.
A continuación, el abogado defensor de Temer, Antonio Mariz de Oliveira, señaló que la acusación ‘está colocando al país en dificultades’ e insistió en que aceptar la denuncia pondría en riesgo las ‘conquistas’ alcanzadas por el gobierno.
Mariz de Oliveira se preguntó si no sería mejor permitir que Temer ‘continúe su misión redentora’ hasta concluir su mandato -el cual usurpó tras el golpe de Estado parlamentario-judicial perpetrado contra Dilma Rousseff el pasado año – y cuestionó si se haría justicia admitiendo una acusación que catalogó de ficticia.
El letrado atacó duramente al Ministerio Público Federal, y en particular al procurador general Rodrigo Janot, de quien dijo que solo demuestra ‘deseos de acusar por acusar y ver al país en dificultades’.
Para que la votación del informe de Abi-Ackel pueda llevarse a cabo es necesario un quórum de al menos 342 parlamentarios, una cantidad que después de casi tres horas de sesión todavía está lejos de alcanzarse.
Brasilia, 2 de agosto 2017
Crónica Digital /PL