Ante el fallecimiento de don Andrés Aylwin Azocar nos sumamos a los sentimientos de pesar que hoy embargan a gran parte del pueblo chileno y muy en particular a las organizaciones de derechos humanos.
Don Andrés fue un hombre valiente y consecuente. Desde el primer día no sólo condenó el golpe cívico militar. Cuando muchos prefirieron irse a sus casas, guardar silencio o voltear la vista (transformándose en cómplices pasivos de la dictadura), este parlamentario y abogado se puso a disposición de los perseguidos sin importar su orientación política. Y allí advertimos un primer gesto de grandeza: defender la vida del que piensa diferente.
Invitamos a las y los profesores de Chile a hacer un alto en el camino y en estos días conversar con los niños y jóvenes de nuestras escuelas y liceos acerca de la vida y ejemplo de este gran chileno hermano nuestro que hoy ha partido, pero que se quedará para siempre en nuestros corazones y será antorcha que iluminará el camino de todos y todas quienes entendemos que la vida humana es sagrada. Recomendamos escuchar y comentar las palabras que pronunciara en el acto homenaje que le rindiera la cámara de diputado el 14 de enero del año 2015 (https://www.youtube.com/watch?v=4k5E1KIj3qg).
Invitamos a las organizaciones políticas y de derechos humanos a que en las actividades de este 11 de septiembre en todo Chile haya un espacio para el aplauso generoso y agradecido para este compañero nuestro en el dolor y la esperanza.
Andrés Aylwin Azocar, compañero, amigo y hermano: Gracias por tu vida, ejemplo y consecuencia, por ser un digno discípulo de cristo…(ese que fue perseguido detenido torturado y masacrado…precisamente por hablar de justicia y bienaventuranzas).
Osorno, 20 de agosto 2018
Crónica Digital