Más de un millón de personas salieron hoy a las calles en los 27 estados de Brasil y en el Distrito Federal para protestar contra el recorte de fondos en la educación determinada por el Presidente Jair Bolsonaro.
Estudiantes, profesores y trabajadores de las universidades públicas protestaron en contra de las políticas de recorte presupuestario en la educación anunciadas por el Gobierno. “Bolsonaro necesita entender que no es simple ignorar el clamor de las calles”, afirmó la presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Marianna Dias.
Según el presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores en Educación (CNTE), Heleno Araújo, el recorte de recursos “puso leña en la hoguera” y ayudó a sumar más sectores a la huelga. “Solo juntos vamos a fortalecer esa lucha por el derecho social y humano a una educación pública y de calidad de la guardería a la postgraduación”, señaló.
También los manifestantes repudiaron el proyecto de ley conocido como “Escuela Sin Partido” que propone censura en las aulas nacionales, articulado por diferentes actores conservadores.
De igual manera rechazaron la reforma en el sistema de jubilaciones y pensiones defendida por el Gobierno que reemplaza el modelo de solidaridad del actual régimen de retiro por el de capitalización individual, como en Chile. De hecho, según los organizadores el Día Nacional de Huelga en la Educación también sirvió de ensayo para la huelga general de los trabajadores contra la reforma, marcada para el 14 de junio.
Recientemente, Bolsonaro anunció que su ministro de Educación, Abraham Weintraub, pretendía descentralizar las inversiones en las facultades de filosofía y sociología del país para enfocarlas en áreas que “generen un retorno inmediato al contribuyente, tales como veterinaria, ingeniería y medicina”. Tal declaración resultó muy criticada por especialistas, entidades académicas, profesores y estudiantes que crearon una serie de peticiones para repudiar la decisión.
Ante la repercusión negativa, el Ministerio de Educación retrocedió en su determinación de bloquear un 30 por ciento del presupuesto de tres universidades que “hacen alboroto”.
“Las medidas del Gobierno de Bolsonaro son un ataque a los municipios, a los estados, a la población, sin inversión en la educación no hay desarrollo”, afirmó el presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores en Educación (CNTE), Heleno Araújo.
En Brasilia, los manifestantes (unos 50 mil, de acuerdo con la CNTE) se concentraron frente al Museo de la República, en la Explanada de los Ministerios y desde allí partieron hacia el Congreso Nacional, portando franjas y carteles contra la medida del Ministerio de Educación.
Desde lo alto de un vehículo de sonido que acompañó la marcha, los oradores se manifestaron a favor de más inversiones en las universidades públicas y sobre el riesgo de que el recorte de los recursos inviabilice las investigaciones desarrolladas en los campus académicos.
En Río de Janeiro, se registraron manifestaciones (cerca de 100 mil participantes) en todas las regiones del Estado y fueron organizadas por las centrales sindicales, movimientos populares, Frente Popular, Frente Pueblo Sin Miedo, entidades de base del movimiento estudiantil, partidos de izquierda y movimientos del campo progresista.
La concentración en Sao Paulo se realizó en el Museo de Arte y los organizadores contabilizaron unas 200 mil personas.
Estudiantes secundarios ocuparon las calles del barrio de Higienópolis, en la Región central. En el interior del estado, las ciudades de Sorocaba, Presidente Prudente, Jundiaí, Ribeirão Preto, Campinas, Jaboticabal, Santos, Araraquara, Río Claro y San Carlos tuvieron protestas.
También hubo actos en Petrópolis, Teresópolis y Nova Friburgo. En Fortaleza, en Ceará, estudiantes de instituciones federales bloquearon la Avenida de la Universidad.
La CNTE informó que profesores, estudiantes y trabajadores de las escuelas públicas y las universidades e institutos federales paralizaron las actividades en 122 ciudades contra los recortes de Bolsonaro.
Mientras tanto, Bolsonaro calificó de “idiotas” a los participantes en las protestas. Durante una visita a la ciudad estadounidense de Dallas, Texas, el controvertido mandatario rechazó las manifestaciones multitudinarias y acusó a los estudiantes de “no tener nada en la cabeza2 y ser manipulados.
“Son idiotas útiles, unos imbéciles que son utilizados como masa de maniobra por una minoría inteligente que compone el núcleo de muchas universidades federales de Brasil2, expresó el Jefe de Estado, citado por la agencia Reuters.
La presidenta de la Unión Nacional de los Estudiantes, Marianna Dias, respondió: “Idiota es quien cree que los libros son menos importantes que las armas”.
Brasilia, 15 de mayo 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.