Hace unos días partió de este mundo Guadalupe Cerda Sepúlveda. No tengo dudas de que fue una mujer que escribió páginas heroicas de la lucha por la democracia en Chile, que deben ser contadas y recuperadas para nuestra memoria histórica. Formó parte de las y los imprescindibles, que permanecen para siempre.
Cuando era una adolescente, a los 13 años, se incorporó a las Juventudes Comunistas. Y nunca más abandonó la colectividad de la hoz y el martillo. Siempre dispuesta a asumir las tareas que fueran necesarias, destacó como dirigente de las tomas de terrenos en la vieja comuna de Barrancas, sobre todo en Poblaciones tales como Herminda de La Victoria y Liberación. Luego del golpe de Estado fue exonerada. Se mantuvo políticamente activa, en la clandestinidad, organizando la resistencia y luego preparando la rebelión.
En sus últimos años de vida, se mantenía muy activa. Participó en la Unión Bicentenaria de los Pueblos, organizando la solidaridad con los pueblos de la Patria Grande. Fue primera vicepresidenta del Comando Nacional de Exonerados de Chile, teniendo que enfrentar a los intentos de desacreditar su justa lucha por reparación.
Finalmente, participó en la formación del Comité de Defensa, Protección y Desarrollo de Estación Central, de la cual fue su primera presidenta, para enfrentar la construcción de edificios en altura en la comuna, más conocidos como “guetos verticales”. Este desafío unió nuestros pasos, pues a mediados de 2017 me pidió que acompañara a las vecinas y vecinos que se habían agrupado en torno a ese propósito, que reivindicaba el buen vivir y la necesidad de ordenamiento territorial, así como el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación.
Presentamos un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago a finales del 2017. En esa oportunidad, Crónica Digital informó que Guadalupe Cerda manifestó que “se ha permitido que se estén construyendo (edificios en altura) en las inmediaciones de nuestras propiedades, afectando gravemente nuestro diario vivir. Existe alta congestión vial. Estamos expuestos al tránsito permanente de camiones de gran envergadura, grúas, y camiones mezcladores, que además se estacionan fuera de nuestras casas así como en las calzadas, impidiendo el libre tránsito nuestro. Por el tránsito y peso de los camiones y maquinaria pesada, las calles están con hoyos y muchas piedras y tierra”.
Agregó que “con los trabajos existe polvo en suspensión y muchísimo ruido, todo el día y todos los días, incluyendo los fines de semana. Las construcciones elevadas y por sobre lo permitido, no permiten que el sol ingrese a nuestros hogares, y debemos tener encendida la luz eléctrica en el día. Hemos perdido áreas verdes en la comuna, árboles y jardines. Al ser tan elevadas estas construcciones, se deben hacer grandes excavaciones para colocar cimientos, lo que ha provocado plagas de ratones e insectos en los hogares. También los vecinos han presentado enfermedades respiratorias, alergias y otras enfermedades que se derivan de la contaminación”.
En el momento de su fallecimiento, el Comité de Defensa, Protección y Desarrollo de Estación Central emitió un comunicado que señalaba: “Con gratitud, un sentido homenaje a la figura de la vecina Guadalupe Cerda Sepúlveda, luchadora incansable de toda la vida, por los desposeídos y postergados. Primera fundadora y primera presidenta, entre el 11 de septiembre de 2017 hasta el 21 de agosto de 2018, de nuestro Comité. Compartimos el dolor por su perdida junto a sus familiares”.
Permanecerá para siempre en nuestra memoria.
Por Víctor Osorio.
Santiago de Chile, 6 de junio 2019.
Crónica Digital