Como es costumbre, cada año los chilenos y chilenas celebran la primera Junta de Gobierno ocurrida un 18 de septiembre de 1810. Entre feriados, fondas y fiestas masivas, la población chilena festeja las Fiestas Patrias.
Ese era el contexto en el que se encontraba Antonia Barra Parra. Era septiembre de 2019, previo a una rebelión social que estalló un mes después en Chile y mucho antes de la pandemia por la Covid–19.
Así, viajó a Pucón junto a su amiga Consuelo Uribe y la pareja de ésta, Tomás Monje. Asistieron a la discoteca Ex Sala Murano de la comuna para pasar una noche de 18 de septiembre que iba a ser, supuestamente, una de tantas.
Sin embargo, nada hacía presagiar que esa madrugada sería decisiva para la decisión que llevó a Antonia Barra a terminar con su vida tres semanas más tarde, a partir de la cual se abriría una investigación penal con consecuencias impensadas.
¿Qué pasó?
Antonia hubiera cumplido 21 años el 3 de diciembre de 2019. Vivía en Temuco y era una estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad Mayor. Ya en la madrugada del 18 de septiembre, en la discoteca Antonia se encontró con Martín Pradenas quien, según los relatos de la misma víctima, le insistía para que se fueran juntos.
Consecutivamente, Barra fue llevada por Pradenas. Así lo declaró un joven amigo de Consuelo Uribe, Emilio Gobich, quien estuvo esa misma noche en la disco, conversó con Antonia y vio lo que estaba sucediendo. En ese sentido, prestó declaraciones al Ministerio Público y dijo: “Martín la llevaba del brazo y Antonia iba apoyada en éste, mirando hacia arriba. No sabe si estaban conversando o si estaba desorientada”.
Posterior a eso y una vez fuera del local, una guardia de seguridad de un supermercado de la ciudad, grabó cómo Martín conducía a la víctima hacia un rincón en el estacionamiento del recinto. En las imágenes se evidencia la dificultad para caminar en la que se encontraba Antonia. La mujer que custodiaba el lugar y que grabó los hechos prestó declaraciones para los medios y señaló: “El chico quería intimar con la niña, ella estaba muy bebida y se notaba que no quería tener relaciones”.
Finalmente, Pradenas logró llegar con Antonia a una cabaña que había arrendado junto a otros amigos en Pucón. Uno de ellos atestiguó que la vieron llegar.
Mensaje de WhatsApp:
Aproximadamente a las 7 de la mañana, Antonia ya estaba en esa cabaña a la que fue llevada y en la que vivió la violación por la que se le acusa al único imputado del caso, Martín Pradenas. La víctima relató que fueron hechos confusos y que de un momento a otro despertó, o más bien recobró la consciencia. Así, queda plasmado en una conversación que tuvo Barra con su ex pololo, Rodrigo Canario: “Lo único que me acuerdo fue haber despertado o como estar más consciente y, el hueón estaba arriba mío y le dije ‘sale mierda’, y me salí y llamé a la Consu”, le relató entre llantos.
Puedes escuchar los audios en este link.
Acto seguido al abuso, efectivamente llamó a su amiga Consuelo para pedirle auxilio y que la fuese a buscar. A eso de las 08:50 de la mañana, Antonia le compartió su ubicación vía WhatsApp para que la rescatase. Un par de minutos más tarde, envió otro texto en el que le dijo: “Toy violada”.
La amiga y su pololo Tomás acudieron al lugar. Fueron los primeros en tener contacto con la víctima y en conocer la experiencia forzosa que había vivido.
Según los relatos de Uribe, al llegar a buscar a su amiga ésta se encontraba en estado de shock, vestía un polerón de Pradenas que luego arrojaron a la basura y, en adelante, sólo fueron llantos.
Al huir de la cabaña, los tres individuos se encontraron con una patrulla de Carabineros, y Uribe quiso incentivar a su amiga a denunciar, pero, según lo que ella misma relata, Antonia estaba tan afectada que no tenía las fuerzas suficientes. “Ella lloraba como desesperada, les pedía que no hicieran la denuncia (…) Quería ir a ducharse. Estaba desesperada llorando”, contó el fiscal Miguel Rojas, más adelante en la formalización de Pradenas.
Testigos aseguraron que vieron a Martín, salir de la cabaña desnudo y tapado sólo con un cojín. Antonia le contó a su amiga que intentó irse del lugar y que trató de saltar una reja pero no pudo y que por eso la llamó.
El último mes de vida de Antonia
Los relatos de desesperación, confusión y asco, plasmados en WhatsApp, fueron entregados por Consuelo a la Fiscalía para efectos de la investigación. Todo ello posterior al suicidio en que terminó la vida de Antonia, ya que en el momento de los hechos la vulnerada le pedía a su amiga que, por favor, guardara silencio y no contara nada, pues sólo deseaba olvidarse.
Existen relatos en los que, durante el lapso subsiguiente al abuso, se vio a Antonia diferente y callada. Incluso a un compañero de carrera le llamó la atención que Barra había dejado dos pruebas completamente en blanco.
Consuelo, fiel a su amiga, mantuvo el secreto que Antonia le pidió que guardara. Sin embargo, el pacto de silencio se rompió el 12 de octubre. Fue ese día cuando Rodrigo Canario, el ex pololo de Antonia con el que había terminado en agosto (un mes antes de la fiesta en Pucón), la llamó para reprocharle el hecho de que se había “involucrado” con Martín Pradenas.
Antonia le contó que en realidad se trató de una violación, y que le había pesado tanto que hasta había pensado en quitarse la vida. El relato fue grabado sin consentimiento por Canario, algo que sin querer resultó ser contenido clave: “Tú no sabes cómo me siento. ¡Me siento sucia! (…) No quiero sentirme así, quiero puro olvidar lo que pasó”, expresó.
Y de algún modo anunció lo que pensaba hacer, pues en la misma conversación, dijo: “Lo único que quería era matarme y desaparecer, ni siquiera sería capaz de seguir sintiéndome así, violada”.
Los dichos de Antonia terminaron en manos de Pradenas, quien la llamó –según Roberto Celedón, abogado defensor de la familia Barra Parra– para amenazarla por sus dichos. “El agresor conoció este testimonio del 12 de octubre en la noche, y este sujeto llamó a Antonia y tuvo una larga conversación con ella. Y la familia, por otros testimonios, está convencida de que ella para tomar la decisión que tomó, tiene que haber sufrido amenazas de represalia en contra de ella y de su familia”, contó el jurista.
Antonia le había contado algo de lo anterior a su ex: “Le dije: ‘Hueón me violaste, y él me respondió (Pradenas) ‘de qué mierda estás hablando yo no te hice nada’. Y le dije: pero hueón yo no quería, ni siquiera sé por qué me fui contigo si yo estaba súper bien con mis amigas…”.
El 13 de octubre de 2019, día siguiente a la llamada de su ex y también con Pradenas, Antonia no pudo continuar con su vida y fue hallada muerta en el segundo piso de su casa. Esa jornada, el padre de Antonia no encontraba consuelo ni explicaciones para los hechos. Y en la búsqueda de respuestas, acudió a lo que probablemente guarda más contenido de la vida personal de un individuo: el celular.
El móvil
Alejandro Barra, el padre de Antonia, indagó en el teléfono de su hija en un intento de esclarecer la terrible situación que golpeó a la familia. Así fue como encontró un audio de su descendiente, en el que ella relataba el calvario con que había estado cargando desde hacía tres semanas. Ello, además de unos audios que complementaron la información.
La familia de Antonia esa misma noche se reunió con amistades cercanas de la fallecida, para poder dar con más antecedentes.
Al día siguiente del suicidio, los hechos fueron denunciados y el 16 de octubre de 2019 el Ministerio Público y la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), abrieron una investigación en la unidad de delitos sexuales de la Región de la Araucanía. Está a cargo del fiscal Miguel Ángel Rojas.
Aproximadamente 200 personas asistieron al funeral de Antonia Barra Parra.
Las otras denuncias contra Pradenas
Un día más tarde del suicidio femicida que acabó con la vida de Antonia, ya existía una enorme consternación en Temuco. Un reflejo de ello fue la masividad del funeral. Y como el tema tocó fuerte a la población temucana, los hechos se divulgaron rápidamente.
Luego, dos días posteriores al fallecimiento de Antonia, resultó darse a conocer que ella no estaba sola en el silencio contra Pradenas. El martes 15 de octubre de 2019 se ingresó una segunda denuncia por delito sexual contra Martín. Así lo confirmó la vocera del Ministerio Público de la Araucanía, Nelly Marabolí.
Antonia y la joven que denunció dos días más tarde, quien resultó ser amiga de la estudiante de Ingeniería Comercial, no son las únicas que acusaron a Martín Pradenas por delitos sexuales. De hecho, existen seis casos en total y todas las víctimas son desconocidas entre sí, salvo ésta en particular. No obstante, la joven que denunció motivada por la visibilización del caso de Antonia, habría sufrido el presunto abuso entre diciembre de 2012 y enero de 2013, cuando era sólo una menor de 13 años.
En la siguiente infografía presentamos una línea de tiempo de las denuncias que ha tenido Martín Pradenas, por distintos delitos de tipo sexual:
Los Detalles:
- El primer caso fue en diciembre de 2010. Es un hecho que se encuentra en investigación y que se trató de una adolescente que era compañera de curso en la enseñanza media, específicamente en el plan humanista, del Liceo Camilo Henríquez de Temuco. Un día que Martín Pradenas había faltado a clases, la joven, que además era su vecina, le prestó unas guías para que no se perdiera de la materia vista en clases. Cuando ella quiso recuperar los papeles, él le pidió que los fuera a buscar. Ella acudió a la residencia de Pradenas, lo esperó en el living y, él le pidió que se acercara a su habitación. Ella lo hizo y fue en ese momento en el que Martín presuntamente la atacó.
- El segundo caso, ocurrió entre diciembre de 2012 y enero de 2013, cuando una menor de 13 años acompañó a su amiga a la casa de Pradenas. Ella solicitó ir al baño, Martín se ofreció a guiarla y en el instante la empujó a una habitación y presuntamente abusó de ella. Posteriormente, entre llantos, ella decidió salir corriendo del lugar.
- La tercera denuncia por delito sexual, se trata de un hecho que ocurrió en 2014. Durante una fiesta que se desarrollaba en Semana Santa de ese año, una joven de entonces 19 años, debido a que se sentía en estado de ebriedad decidió ir a acostarse en medio de la fiesta. No obstante, según sus relatos entregados al Ministerio Público, el cual acogió la denuncia, mientras dormía Pradenas se metió en la habitación y, cuando un rato más tarde entró alguien, el presunto abusador se escabulló debajo de la cama.
- El cuarto hecho ocurrió en 2018, un año antes al de Antonia. Éste caso tuvo fecha un 23 de noviembre del dicho año, pero la mujer presuntamente abusada, presentó su denuncia a la PDI días más tarde del suicidio de Barra. Específicamente el 17 de octubre de 2019. Este suceso también se dio en el contexto de una fiesta, en la que la víctima, al igual que la de 2014 y que la estudiante de Ingeniería Comercial, habría perdido la consciencia. No obstante, ella sin recordar prácticamente nada y estando al día siguiente muy adolorida, se enteró por un llamado telefónico de una amiga, de algo que ni ella sabía. Pues su cercana le comentó que la había visto manteniendo relaciones sexuales con Pradenas. Bajo esa situación, fue a un hospital a solicitar una pastilla del día después y la matrona que la atendió la motivó a denunciar, dado que tenía marcas de agresión en las muñecas y en la espalda.
- El quinto presunto delito sexual corresponde al de Antonia barra, ocurrido en 2019 y, el sexto, a un hombre cuyos antecedentes se desconocen.
Antecedentes de la formalización:
El 21 de julio de 2020 Martín Pradenas fue imputado por violación a Antonia Barra, en una audiencia que se desarrolló a través de la plataforma de videollamadas Zoom, dadas las circunstancias enmarcadas en la pandemia por la Covid–19.
La instancia duró aproximadamente ocho horas y tuvo un millón de conexiones en la transmisión en vivo que emitió el sitio web del Poder Judicial.
Un día antes de la formalización, el imputado decidió publicar un video en el que se defendió. Se viralizó rápidamente por las redes sociales. Algo que Alejandro Barra, padre de Antonia, agradeció, ya que según declaró a los medios, con este producto audiovisual se pudo hacer un análisis kinésico y paraverbal del acusado. Sobre todo, considerando que Pradenas, en su derecho a guardar silencio, no se quiso someter al peritaje psicológico.
Aunque en el video el imputado de 28 años dijo que tuvo “relaciones consentidas” con la fallecida, y jamás admitió el delito que se le acusa, poco sirvió para apagar la furia de una sociedad consternada. Fue el combustible para las protestas sociales que se incrementaron con el primer dictamen del Juzgado de Garantía de Temuco.
Un dato relevante a considerar es que, previo a la audiencia, la madre de Martín había destruido “en un arrebato”, el teléfono de su hijo y que para cuando se inició la investigación, el individuo poseía un equipo nuevo. Asimismo, 14 mil fotos fueron borradas del computador de Martín, previo a entregarlo para el peritaje. Además, cerró su cuenta de Instagram.
La formalización:
El caso de Antonia Barra es uno de los cinco por los que se inició la audiencia del 21 de julio de 2020. Tal como se describió más arriba, ya existían hechos similares, de años anteriores. Por éstos se formalizó a Pradenas y en la investigación se recaudaron al menos 11 declaraciones que sustentan la imputación de presunta violación contra la estudiante de Ingeniería Comercial. Sin embargo, en la instancia, el Juzgado de garantía de Temuco acogió la solicitud del abogado Miguel Rojas, defensor de Pradenas, aprobando un sobreseimiento definitivo de los casos ocurridos en 2010 y en 2014 ¿Por qué? En Chile, los delitos por abuso sexual prescriben cada cinco años.
Al día siguiente de la extensa audiencia, las medidas que se desprendieron desde el Juzgado de Garantía de Temuco fueron las siguientes:
- Arresto domiciliario total (día y noche).
- Prohibición de acercarse a las víctimas.
- Arraigo Nacional.
Estas medidas desataron la furia en el país, pues Chile estaba atento a esta situación. Además, durante el proceso, la residencia de Martín estaba resguardada por Carabineros, puesto que, a pesar de la mortal pandemia por Covid–19, se realizaban manifestaciones masivas en las afueras de la casa.
Lo más criticado por la ciudadanía de las decisiones dictadas por el Juez de Garantía Federico Gutiérrez, fue el arresto domiciliario. Pues durante la audiencia, Gutiérrez justificó su decisión en que Pradenas no constituía “un peligro para la sociedad”, señalando que el relato de Antonia no fue suficiente para inferir “privación de sentido e incapacidad de oposición”.
Conoce en este link el Artículo 140 del Código Procesal Penal, que describe los requisitos para ordenar la prisión preventiva.
Cambio de planes:
Como si se hubiese tratado de una cuarentena, pero con más restricciones, Martín se quedó en su casa para cumplir con el arresto domiciliario que se le dictó. No obstante, dos días más tarde, el rumbo de los sucesos tomó un curso diferente.
El 24 de julio, la Corte de Apelaciones de Temuco revirtió las decisiones dictadas, tras acoger los recursos presentados por la Fiscalía de La Araucanía y considerar a Pradenas como un peligro para la sociedad. Así, se le decretó prisión preventiva al imputado. Junto con ello, se acreditó la existencia de tres delitos contra Martín Pradenas que habían sido desestimados.
El ambiente que se respiraba por esos días en Chile, estaba tensado por ser previos al día que se promulgó la ley y la modificación a la Constitución que permitirá retirar el 10% de las previsiones de los y las trabajadoras, alojados en las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones. Ello, mientras la cifra del desempleo seguía en ascenso, los contagios por Covid–19 por sobre los 2.000 diarios y, una atmósfera de descontento que se respiraba en el aire desde el estallido social desatado el 18 de octubre de 2019, encadenado a una seguidilla de decisiones posteriores que significaron una crisis política e institucional en el país.
Movimientos feministas:
Antonia Barra no tuvo la oportunidad de escuchar el himno feminista que dio la vuelta al mundo: “Un violador en tu camino”, del colectivo Las Tesis. La canción fue creada durante la revuelta social iniciada desde octubre de 2019. Y ésta se presentó mediante una performance que recorrió todo Chile y luego fue replicada en Alemania, Argentina, Australia, Turquía y en diferentes lugares del mundo.
Antonia no alcanzó a percatarse de que no estaba sola en su vivencia, pero su caso fue petróleo para las protestas feministas. De hecho, obligó a replantear los sistemas y poderes que existen en el país e hizo más sentido que nunca la estrofa “el patriarcado es un juez”.
Las manifestaciones traspasaron las limitaciones de la pandemia y no sólo acontecieron en Temuco, sino también en diferentes puntos del país.
En ese sentido, Crónica Digital habló con feministas y fundadoras del Museo de Mujeres de Chile y publicó un comunicado emitido por las mujeres del Comando Apruebo Chile Digno. En las instancias, se entregaron distintas apreciaciones y observaciones sobre el sistema judicial chileno y acerca de la medida de arresto domiciliario otorgada en primera instancia a Martín Pradenas.
La antropóloga Beatriz Barra es feminista y co fundadora del Museo de las Mujeres de Chile, quien entregó su análisis sobre la violencia de género y las manifestaciones que en torno al caso se han desencadenado. Además, surgió una crítica en torno al tratamiento del perfil de la víctima.
Beatriz Barra: “Creo que ahora apareció nuevamente esa forma de violencia, el suicidio femicida, para explicar esta situación de violencia estructural que vivimos”.
Respecto a que en primera instancia a Pradenas no se le dictó prisión preventiva, sino sólo arresto domiciliario, la antropóloga dijo que “evidentemente el juicio mostró la cara del sistema patriarcal, o sea que la institución tiene esos sesgos y también los jueces”.
Además, condenó la minimización y los cuestionamientos que surgieron en torno al video, por ejemplo, por parte del juez Federico Gutiérrez, quien en la audiencia señaló que ve a «un hombre y una mujer que caminan juntos, donde con cierta frecuencia, de forma alternada, una y otra, se toman de las manos y se abrazan”.
Para Beatriz Barra, se trata de una idealización del perfil de una víctima y su victimario. Dijo que se emiten “juicios de valor con esta idea de que tiene que haber una víctima ‘como perfecta’, para poder ser defendida. Estas víctimas rompen con este modelo de ser mujer, de que te tienes que comportar de una determinada manera para que te reconozca la justicia; entonces nuevamente nos encontramos con este modelo de mujer, patriarcal, que se expresa en esos dichos”.
Asimismo, agregó su percepción en torno a las manifestaciones feministas que se dieron el día de la formalización de Pradenas y acerca del hecho de que la transmisión en vivo emitida por el Poder Judicial estuvo saturada en algún minuto, debido a la cantidad de personas que estaban siguiendo dicha emisión.
“Era impresionante la cantidad de personas que estaban siguiendo el juicio. Yo entré en la mañana y en la transmisión en vivo había 15.000 personas conectadas (…) Estaba saturada, porque el tema de la violencia contra las mujeres es un tema de país, es un tema que está en la palestra, y está movilizando a muchísimas mujeres de todas las edades de todos los estratos”, relató.
María Angélica Benavides: Para la psicóloga y también cofundadora del Museo de las Mujeres de Chile, el caso de Antonia Barra y el contexto en que se dio a conocer su vivencia, es decir en medio de una crisis social, trajo consigo “muchos grupos de mujeres están dando a conocer estas injusticias, están saliendo en las redes y a nivel internacional también hay movilización”, lo que calificó como “positivo”.
Mujeres de la Oposición: Añadido al Museo de Mujeres de Chile, mujeres de la oposición pertenecientes al Comando Apruebo Chile Digno, dieron declaraciones sobre el caso, a través de un comunicado reproducido por Crónica Digital. En éste quedó expresada la necesidad de una reforma en el sistema judicial. Respecto de la primera decisión que surgió en la audiencia del imputado, la articulación de mujeres de oposición reclamó: “Cuando nos preguntan por qué no denunciamos o por qué nos quedamos calladas por mucho tiempo, la respuesta queda de manifiesto durante la audiencia de formalización de Martín Pradenas. El abogado defensor basó sus argumentos en cuestionar y culpabilizar a Antonia, en desmerecer el abuso vivido no sólo por ella, sino que por las otras cuatro denunciantes. Estos argumentos buscaron responsabilizar a Antonia por la violación, y ante esto una vez más decimos ‘y la culpa no era mía, ni donde estaba ni como vestía’, o dicho de otra forma: sin consentimiento es violación”.
Ley #JusticiaParaAntonia:
El 25 de julio de 2020, Alejandro Barra presentó un proyecto de ley denominado “#JusticiaParaAntonia”, junto a los diputados Maite Orsini (RD), Paulina Nuñez (RN), Gael Yeomans (CS), Marcela Sabat (RN), Gonzalo Fuenzalida (RN) y Marcelo Díaz (UNIR).
Este proyecto, según el padre de la víctima, busca el plazo de prescripción del abuso sexual, a 10 años. Pues tal como lo explicamos antes, actualmente son sólo cinco años, mientras que el promedio de tardanza de una mujer, en realizar una denuncia para efectos de abuso dentro de una relación, es de siete años.
¿En qué va todo?
La audiencia del imputado comenzó el 21 de julio de 2020 y desde entonces se decretaron 120 días para la investigación. Durante dicho lapso, Martín Pradenas pasará encerrado en la cárcel de Valdivia cumpliendo su dictamen de prisión preventiva.
Al 15 de agosto de 2020 van 22 días desde su encierro. Se encuentra en aislamiento en el recinto penitenciario, por protocolo de seguridad relativo a la crisis sanitaria por Covid–19. Asimismo, no ha recibido visitas presenciales, pero puede realizar dos videollamadas a la semana, con un previo registro de los interlocutores.
Finalmente, un medio nacional publicó una nota que reveló que Pradenas está recibiendo “orientación religiosa” y que entre sus pertenencias se encuentran cigarrillos y una biblia. El caso sigue abierto y se conocerán novedades una vez cumplido el plazo de investigación.
Santiago de Chile, 16 de agosto de 2020.
Por Charlene Schipmann Ibáñez.-
Crónica Digital.-
