En diálogo con Prensa Latina, Alarcón comentó la posición de Washington tratando de impedir que los fondos correspondientes a la actuación del equipo cubano de beisbol en el reciente Clasico Mundial se entreguen a víctimas del meteoro.
El dirigente parlamentario recordó que Estados Unidos fracasó en evitar que Cuba participara en la competencia deportiva y fueron las propias federaciones de beisbol de otros países quienes se negaron a estar presentes si se excluía a la Isla.
Por poco ni siquiera se puede celebrar el certamen pues incluso Puerto Rico se rebeló contra el gobierno colonizador por esa posición destinada a evitar la presencia cubana que, en defintiva, contribuyó al esplendor del evento.
En ese momento el gobierno de Cuba aclaró que la retribución correspondiente a su colectivo sería donada a las personas afectadas en Nueva Orleans por Katrina pues su interés no era competir por motivos económicos, subrayó.
Apuntó que en feinitiva, el equipo de la isla caribeña participó, quedó en segundo lugar y por supuesto le corresponde una parte de los ingresos, al igual que a los restantes competidores pero según lo acordado lo cede a la población de la devastada Nueva Orleans.
Alarcón rechazó el argumento esgrimido por voceros norteamericanos sobre la ausencia de ganancias económicas en el Clásico y señaló que ni siquiera en las Grandes Ligas, se juega a estadio repleto como ocurrió en las sedes de San Diego, y San Juan, Puerto Rico.
El dirigente parlamentario cubano expresó que a ello deben adicionarse los importantes ingresos recibidos por las transmisiones televisivas y la propaganda colocada en los estadios, como es normal en ese tipo de series beisboleras.
Si se aceptara la supuesta falta de ganancias entonces las Grandes Ligas serían las más generosas del mundo pues como no tienen tanta aceptación en el público, estarían llevando a cabo sus juegos sin obtener resultados financieros algunos, añadió.
Alarcón fustigó a Estados Unidos por negarse nuevamente a ayudar a las víctimas del Katrina y relató que el pasado domingo, siete meses después de la tragedia, aparecieron cadáveres en Nueva Orleans y organizaciones norteamericanas siguen clamando colaboración.
Ellas aún piden dinero, médicos y trabajadores de la construcciòn para ayudarlos pues el gobierno del presidente George W. Bush no lo está haciendo, y se dirigieron a federaciones beisboleras de otros países participantes en el Clásico para que hagan lo mismo que Cuba, dijo.
Manifestó que aún hay cinco mil desaparecidos en Nueva Orleans y en lugar de recibir respaldo de la Casa Blanca para encontrarlos «se les aplica la dictadura del imperialismo» negándoles los recursos donados por La Habana.
Cuba los denunciará como ladrones que son, pues nos roban a nosotros, los cubanos, y les roban a los pobres damnificados del Katrina en su propio territorio, sentenció.
En respuesta a una interrogante, recalcó que, en el futuro, debía decidirse si el próximo Clásico es necesario hacerlo en Estados Unidos pues, además de sus esfuerzos por excluir a Cuba, ni siquiera su equipo pudo clasificar a las final.
Podríamos celebrarlo en La Habana, en Tokio o en Seúl pues, en definitiva, sus equipos tuvieron una actuación mucho mejor que la del estadounidense, concluyó.
La Habana, 25 de marzo 2006
Prensa Latina , 0, 46, 7