Bachelet defendió anoche la reestructuración del gabinete efectuada el viernes y aunque señaló que su pretensión es continuar con sus actuales colaboradores, no descartó otros cambios. «Si creo que el gobierno necesite un nuevo ajuste, lo voy a hacer», afirmó.
En medio de un momento complejo por su caída de 18 puntos en las encuestas, la mandataria habló anoche en la televisión nacional (TVN) sobre lo que llamó «nueva etapa de su gobierno», las tensiones de las últimas semanas con Argentina y el futuro energético del país.
Insistió sobre sus motivaciones para efectuar los cambios ministeriales en Interior, Economía y Educación. «Evalúo siempre a quienes estén trabajando, y por ahora mi tarea es conversar con los nuevos titulares para que asuman rápidamente sus labores», apuntó.
Tomé una decisión que me pareció necesaria y en la oportunidad que creí indispensable, enfatizó la gobernante en aparente respuesta a las críticas de la derecha opositora y algunos sectores que se cuestionaron el momento de hacer el reajuste.
Explicó que desde un comienzo asumió que su gobierno iba a ser de poco tiempo (cuatro años en lugar de los seis que tuvo el ex presidente Ricardo Lagos), pero con mucho trabajo, y que iba a estar evaluando permanentemente los ajustes necesarios.
Este cambio ministerial responde al avance hacia una segunda etapa para enfrentar con más fuerza las prioridades del gobierno en los próximos cuatro años, insistió al retomar el concepto de una nueva etapa, anunciado el viernes.
En cuanto a un eventual alza en el precio del gas residencial, como resultado de los nuevos valores que tienen las importaciones desde Argentina, Bachelet precisó que La Moneda trabaja para que «el aumento del precio tenga el menor impacto en Chile».
Dijo que paralelamente al trabajo con las autoridades del vecino país, se analiza con las empresas distribuidoras de gas en Chile los mecanismos para que «esa alza no signifique un impacto en los consumidores locales».
Sobre el otro punto que ha tensionado las relaciones con Argentina, el alza de la bencina a vehículos extranjeros que circulen por su territorio, reiteró que si bien la Casa Rosada tiene derecho a definir políticas internas, esta determinación resulta incomprensible.
Destacó que esa política «no va en la línea de integración que ambos gobiernos han trabajado», en la cual la confianza y la comprensión mutua es fundamental.
Al respecto recordó que sostendrá una reunión bilateral con el Presidente Kirchner durante la reunión del MERCOSUR en la ciudad de Córdova, y éste será un tema que conversaremos, entre otros, aseveró.
Ante los continuos roces por el abastecimiento de gas, la Jefa de Estado anunció que trabaja en un plan que permita al país contar con otras fuentes de combustible, de manera de no depender de los envíos que haga Argentina.
El plan -que está en estudios desde el gobierno de Lagos- fue aprobado luego de los repetidos impasses que se han vivido con Argentina por el abastecimiento de gas, de donde Chile importa cerca de 15 millones de metros cúbicos diarios de este combustible.
La seguridad energética es fundamental y estoy trabajando desde el primer día de Gobierno, porque es un tema de seguridad nacional, recalcó.
Santiago de Chile, 17 de julio 2006
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