La ex ministra de Defensa se mostró segura de que será la primera mujer en llegar a La Moneda en la historia del país y restó importancia al hecho de que sea en la primera o segunda vuelta electoral (el 11 de diciembre o 15 de enero en enero próximos).
«Tengo altísimas posibilidades de ser la próxima presidenta de Chile», dijo Bachelet, médico de profesión, de 54 años, durante su primer encuentro con corresponsales extranjeros acreditados en Chile
Subrayó que siempre ha trabajado con la lógica de que puede pasar a una segunda vuelta con uno de los dos candidatos de la extrema derecha, Joaquín Lavín o Sebastián Piñera, «aunque no doy como imposible ganar en diciembre próximo».
La postulante, de filiación socialista, mantenía una alta preferencia en las encuestas, que se acercaba bastante a la barrera de 50 más uno de los votos, pero ha sufrido una sensible caída que la llevó a bajar del 40 por ciento en octubre pasado.
Dijo que de ganar mantendrá relaciones con todos los países del mundo, una política exterior muy similar a la desarrollada durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos (2000-2005), pero dará prioridad a las relaciones con sus vecinos.
Bachelet no descartó continuar negociando un Tratado de Libre Comercio (ALCA), que auspicia Estados Unidos y que rechazan los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
El tema dividió a las naciones latinoamericanas durante la reciente Cumbre de las Américas, cuando Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay -miembros plenos del MERCOSUR- y Venezuela -asociado- se opusieron fuertemente a continuar las negociaciones.
La candidata oficialista dijo que comoquiera que hay países que tienen mejores posibilidades que otros para seguir avanzando, ella es partidaria de tratar de lograr lo que denominó, «una especie de ALCA básica».
Rehusando tomar un partido abierto entre ambos bandos, la abanderada socialista reafirmó que lo importante era tratar de lograr alianzas «que permitan que la voz de la región puede escucharse mejor en los foros internacionales».
Bachelet dijo que su eventual gobierno tendrá relaciones con todos los países del mundo, aunque -insistió- «mis vecinos van a ser una tremenda prioridad», al tiempo que aseguró que Chile seguirá apoyando al MERCOSUR.
Sobre la controversia con Perú, país que busca cambiar los límites marítimos con Chile, recalcó que de ser electa trabajará por «construir lazos de confianza, respetar a los interlocutores», pero «con mucha claridad y firmeza en aquello que no es posible».
En cuanto al caso del ex presidente peruano Alberto Fujimori, que en un principio abogó porque fuera expulsado de Chile, dijo ahora «que no es bueno pronunciarse» sobre un asunto que está en manos de la Corte Suprema de Chile.
Volviendo al tema interno y a una segunda vuelta con uno de los candidatos de la oposición de derecha, insistió en que ese escenario no le preocupa y no tiene planes de cambiar su discurso para evitarla.
«Mi esfuerzo principal será llegar a todos los chilenos», apuntó.
«No voy a cambiar mi discurso por ofertones electorales», dijo Bachelet, quien agregó que espera en esta etapa seguir trabajando con todos los sectores de la coalición de gobierno, la Concertación de Partidos por la Democracia.
En el plano íntimo, Bachelet reconoció que su condición de mujer la ha favorecido en estas elecciones.
«Es una ventaja ser mujer», señaló la candidata, tras explicar que en Chile «la gran mayoría está dispuesto a votar por una mujer» para presidente.
De triunfar en una u otra vueltas, Bachelet se convertiría en la primera mujer en ocupar la presidencia de Chile, meta superior a la alcanzada por ella cuando devino también la primera que logra desempeñarse como ministra de Defensa en América Latina.
Santiago de Chile, 27 de noviembre 2005
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