De acuerdo con investigadores de la Universidad de Leeds, Gran Bretaña, la acumulación cerebral de priones, proteínas con un plegamiento espacial alterado, parece impedir la acumulación de placas de proteínas beta amiloides, asociadas al mal de Alzheimer.
Al controlar la presencia cerebral de priones, el profesor Nigel Hooper, autor principal del trabajo, constató como de reducirse -o eliminarse- la existencia de priones, se formaban nuevamente las placas.
«Hasta ahora, la función normal de las proteínas priónicas no es clara, pero nuestro descubrimiento identifica que éstas regulan la producción de beta amiloides, y al hacerlo impiden la formación de placas de Alzheimer», escribió Hooper.
El hallazgo, estima, pudiera abrir una vía prometedora para una cura para esa enfermedad neurodegenerativa.
Hooper trabaja ahora en la determinación de la influencia de la edad en la capacidad de los priones para eliminar los ateromas (las placas beta amiloides).
Según el profesor Clive Ballard, jefe de investigaciones de la Sociedad contra el Alzheimer, es la primera vez que se establece un vínculo causa-efecto entre priones y mal de Alzheimer.
Washington, 2 de julio 2007
Prensa Latina , 0, 34, 10