Navarro, apuntó desde La Habana al vicepresidente de la DC, Jorge Burgos como uno de los principales majaderos del lobby de la DC y la derecha contra Venezuela.
El problema de Burgos es que confunde la política exterior de su partido con la del país, por eso todos quienes discrepamos en algún momento de ella pasamos, inmediatamente, a formar parte del eje del mal que se ha querido construir en torno a este tema, indicó el legislador.
Actualmente, las relaciones diplomáticas entre ambos países atraviesan por un nuevo impasse luego que la cancillería pidiera el retiro del embajador de Caracas en Santiago, Víctor Delgado, a quien acusa de intervenir en los asuntos internos de Chile.
En medio de un fuerte debate sobre el voto para elegir a un país latinoamericano al Consejo de Seguridad, al que aspiran Venezuela y Guatemala, Delgado se quejó de la histórica hostilidad de la Democracia Cristiana (DC) hacia su país.
El principal partido de gobierno aprovechó la coyuntura para demandar a la presidenta Michelle Bachelet que pidiera a Caracas la salida del diplomático y la abstención de Chile en la votación del próximo octubre en la Asamblea General.
En tanto, el parlamentario dijo ante de partir a Caracas, que es molesto este doble estándar de la DC con sus aliados: fui la segunda mayoría nacional en la elección de senadores, viajo a Venezuela y se hace un escándalo; Alvear fue la primera mayoría, y viaja a reunirse con Calderón y Aznar, que son partidos de derecha, y nadie dice nada. Nosotros entendemos y respetamos la política de alianzas externas de la DC, pero ellos no respetan nuestra condición de partido de izquierda, y nuestra consecuente política de alianzas internacionales.
Burgos, Alvear y algunos parlamentarios de otros partidos perecen olvidar que la Concertación es una coalición política de centro-izquierda, no de centro-derecha. Lo importante es que respetemos nuestras distintas políticas de relaciones exteriores partidarias, pero siempre teniendo claro que esto no debe convertirse -como algunos parecen empeñados en lograr- en un problema interno de la Concertación y menos de nuestro gobierno. Ellos, ante la inminencia del voto por Venezuela como mejor opción, son los que han hecho de esto un tema interno, finalizó.
Navarro junto al senador Nelson Avila, y los diputados Carlos Enriquez-Ominami y Alejandro Sule, se juntarían a otros legisladores en las próximas horas en Caracas, confirmó el parlamentario a Crónica Digital..
El voto de Venezuela en la ONU ha dividido a las fuerzas políticas que integran la coalición de gobierno: mientras sectores abiertamente pro-norteamericanos que encabeza la DC se oponen, el ala más progresista está a favor.
Por su parte, el canciller Alejandro Foxley -principal figura de la DC en el gobierno- salió el lunes pasado a dar señales de normalidad en la conducción de la política exterior chilena y afirmó que su cartera no estaba pendiente de la respuesta de Caracas al retiro del embajador.
«Me parece que la nota (de la Cancillería) es lo suficientemente clara, seguimos trabajando en la política exterior de Chile que va mucho más allá de un tema puntual, como ese, que no tiene la importancia que se le ha querido dar en los medios», dijo.
En todo caso, el secretario de Estado aseguró que relaciones con Venezuela tras este impasse son «normales, perfectamente normales».
La declaración de la cancillería, que calificó de «injerencistas» las opiniones vertidas por el embajador Delgado sobre la DC, fue considerada «exagerada» por los socialistas (también de gobierno) y el Partido Comunista.
Santiago de Chile, 27 de septiembre 2006
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