Esa resolución se tomó con los cuatro votos a favor de los jueces Enrique Cury, Nibaldo Segura, Rubén Ballestero, y el abogado integrante Hernán Alvarez. El voto en contra estuvo a cargo del magistrado Jaime Rodríguez.
El ex gobernante (1990-2000), quien arribó sorpresivamente a Santiago el 6 de noviembre del pasado año procedente de Japón, quedará sujeto a una orden de arraigo que le impide salir del país mientras se tramita el juicio de extradición a Perú.
La Corte escuchó los alegatos del abogado del estado peruano Alberto Etchevery, y el defensor de Fujimori Alberto Veloso.
El presidente de la Segunda Sala, Enrique Cury, indicó que es el magistrado que lleva el caso, Orlando Alvarez, quien debe fijar el monto de la fianza y las condiciones en que el ex mandatario hará efectivo el beneficio.
«No se ha fijado fianza, las condiciones y el monto a depositar se le confían al ministro instructor», señaló.
La medida viene luego de que los abogados Gabriel Zaliasnik y Francisco Veloso apelaron a la decisión del juez Alvarez, quien había negado en varias oportunidades la libertad condicional al ex gobernante.
La defensa de Fujimori sostuvo que dicha resolución es inconstitucional, argumentando que el código concede el beneficio a cualquier imputado.
El fugitivo ex presidente, quien se encuentra recluido en la Escuela de Gendarmería, es reclamado por la justicia peruana por 12 cargos de corrupción y violaciones graves de los derechos humanos, cometidos durante los 10 años de su mandato.
El juicio comenzó el 6 de enero pasado cuando el Estado del vecino país formalizó los cargos ante la justicia chilena. El juez a cargo del proceso ya ha interrogado a Fujimori, sus hijos y a empresarios vinculados a él que residen en Chile.
Abogados del Estado peruano y de los familiares de las víctimas que se les atribuye al ex gobernante han advertido reiteradamente de la posibilidad de que Fujimori pueda escaparse del país una vez quede en libertad condicional.
El controvertido dirigente, quien adoptó la ciudadanía japonesa luego de abandonar el poder acosado por los escándalos de corrupción, pretendia utilizar a Chile como trampolín para participar en la campaña electoral de su país.
Santiago de Chile, 18 mayo 2006
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