La «milluchada», como se denomina el ritual, se hizo ante dos mesas dedicadas a las divinidades andinas y destinadas a dar buenos augurios de trabajo al presidente Evo Morales.
Las mesas y un sahumerio de brasas se instalaron en el centro mismo del patio principal del Palacio de Gobierno, reservado para otro tipo de ceremonias solemnes, y hasta allí llegó el gobernante indígena.
Morales manifestó su agradecimiento a los líderes indígenas llegados para fortalecerlo espiritualmente, según dijo. Similar ceremonia se cumplió en la residencia presidencial.
El apego del gobernante popular a la cultura indígena se evidenció el 21 de enero pasado, cuando, un día antes de su posesión oficial, fue investido como líder de los indígenas andinos, en un vistoso ritual originario celebrado en las ruinas precolombinas de Tihuanacu, a unos 80 kilómetros de La Paz.
La Paz, 1 de febrero 2006
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