El artículo se basa en una investigación llevada a cabo en la provincia de Ha Tay, al oeste de Hanoi en Vietnam, con unos 45 mil 500 personas elegidas al azar, pero residentes en áreas rurales donde se reportaron brotes de gripe aviaria en aves domésticas.
Los resultados acopiados hasta el momento hacen estimar que los síntomas más comunes serán relativamente ligeros y que hace falta un una interrelación más directa entre aves y seres humanos para que ocurra el contagio.
La doctora Anna Thorson, del Hospital de la Universidad de Karolinska en Estocolmo, quien dirigió al equipo de investigadores, explicó que más del 80 por ciento de las personas estudiadas vivían en hogares donde se criaban aves.
El restante 20 por ciento se relacionó durante algún tiempo con aves enfermas o muertas.
En este sentido, destacaron que más de ocho mil individuos presentaron casos similares a la gripe, con síntomas como fiebre o tos, incluyendo a entre 650 a 750 vinculados directamente con aves enfermas o muertas.
Aquellas personas que mantuvieron contacto directo con pájaros enfermos o muertos tenían un 73 por ciento más de probabilidades de desarrollar síntomas similares a la gripe, que los que no lo tuvieron.
El análisis constató que un número mayor de enfermos se recuperaron cerca de tres días después de la aparición de la enfermedad.
Se comprobó que los índices de mortalidad subieron en los conglomerados urbanos más grandes, aunque todavía no hay estadísticas confiables sobre incidencia y mortalidad.
Este estudio, no obstante, aclara que se realizó sin pruebas de laboratorio que constataran que la sangre de las personas enfermas estuvieran infectadas por el H5N1.
Washington, 10 enero 2006
Crónica Digital , 0, 37, 10