Predicciones sobre la agonía inminente de la WEB han saturado el ciberespacio durante las últimas semanas, y aunque no queda claro el peligro ante el interés público, una cosa es cierta: la culpa originaria es de los videos on line.
Algunos especialistas afirman que se trata simplemente de informes artificialmente alarmistas. Tosca manipulación de evidencia anecdótica, confusión entre perspectivas de largo y mediano plazo.
El primer trompetazo de alerta salió de la firma consultora Deloitte Touche, al advertir que el espinazo de la red de redes podría quebrarse en 2007 debido a la astronómica multiplicación de los grandes archivos.
También diferentes estudios sobre telecomunicaciones en Estados Unidos reflejan que el número de usuarios de Internet sobrepasó mil millones durante el último año, y el inventario continúa en aumento.
Siempre con la percepción por delante de la realidad, los expertos amenazan con la invasión de cifras cósmicas, virtualmente inaccesibles para el cerebro profano: El tráfico digital podría superar 210 exabytes antes de 2009.
O lo que es lo mismo: 210 mil millones de gigabytes. Tal universo analógico equivale a multiplicar por cuatro la información de todos los libros escritos desde el comienzo de los tiempos terrestres.
Junto a Deloitte, otras firmas investigadoras norteamericanas como IDC y Hopkinton-EMC alertan sobre el crecimiento exponencial de la información digital generada por la raza humana. En 2006 frisó en 161 exabytes de datos.
Aparentemente, la desmedida inflación del ciberespacio viene asida a la cola del famoso sitio YouTube y sus clones, que dinamizaron la fiebre de los videos en la red e indujeron un dos por ciento de alza en el tránsito electrónico en el último lustro.
Y el porvenir se antoja aún más azaroso. Modificaciones tecnológicas de banda ancha, promesas sobre programas de televisión y películas comercializadas directamente en la WEB, entre otros proyectos futuristas, retan la capacidad del territorio virtual.
Sin embargo, los expertos de TeleGeography, agencia supervisora del mercado internetero, no ven nada inquietante en los sucesivos avisos sobre próxima catástrofe.
Todas esas ideas de que el incremento del tráfico va a romper algo o que los proveedores y servidores estallarán, me parecen apocalípticamente descabelladas, comentó el analista Greg Vough.
De acuerdo con TeleGeography, el caso no es tan serio, los operadores de la red en todo el mundo siempre consiguen desechar las constantes avalanchas de correos basura y otras indeseables maquinaciones digitales.
Así, argumenta Vough, la utilización promedio de la capacidad global de Internet bordeó el 87 por ciento del área disponible durante el pasado año.
No obstante, el ingeniero John Gantz, de IDC, recuerda que estamos hablando acerca de un escenario de pánico futuro, no contemporáneo.
Nos aproximamos a una explosión de la información del tamaño de 37 mil bibliotecas del Congreso de Estados Unidos, una cifra temiblemente enorme, apuntó.
Además de los videos y la música en la WEB -explica el estudioso- la profusión de cámaras de vigilancia directamente conectadas a Internet y nuevas leyes que obligan a almacenar los datos corporativos dispararán los catálogos de contenidos.
De hecho, opina Gantz, es probable que antes de 2012 el suministro de files deje atrás el siempre frugal abasto de sitios técnicos donde ponerlos.
Se calcula que el mundo tenía 185 exabytes de almacenamiento utilizable en 2006, pero está previsto que en siete años la cantidad de material generada salte hasta 988 exabytes (acercándose ya el zettabyte).
Si se tratara de una alerta hotelera, todos entenderían bien pronto que podrían quedarse sin hospedaje a mediano plazo, concluyó el científico.
Por Jorge V. Jaime *El autor es periodista de la Redacción de Norteamérica de Prensa Latina.
Santiago de Chile, 3 de mayo 2007
Crónica Digital , 0, 30, 10