Para el Programa de Restauración de Tortugas Marinas (Pretoma) de este país, ese «título» respondió a la escasa efectividad del gobierno del siquiatra para aplicar políticas de protección de los cetáceos y preservación del medio ambiente en general.
Randall Arauz, presidente de esa organización ecologista, explicó que el premio fue creado por Shark Project debido a la drástica reducción de la especie marina a nivel mundial en los últimos 50 años.
El mensaje de este «premio» es que no se puede decir que Costa Rica es un país conservacionista y promover la sobreexplotación de los tiburones al mismo tiempo , señaló.
Aunque durante su mandato Pacheco se manifestó públicamente contra el aleteo de los tiburones y el congreso aprobó leyes para prohibirlo, Aduanas y el Instituto de Pesca practicaron políticas muy distantes de esos pronunciamientos, añadió.
Ambas instituciones estatales más bien alentaron a embarcaciones tiburoneras extranjeras, en su mayoría de la provincia China de Taiwán, al permitirles descargar los resultados de sus cacerías en muelles de este país, denunció Jorge Ballestero, miembro de Pretoma.
En los últimos cuatro años, los directivos de ese programa no gubernamental se pronunciaron más de una vez contra el aleteo, consistente en cortar las aletas a los tiburones y desechar el resto de sus cuerpos en el mar.
Tales acciones depredadoras, motivadas por la creencia entre los asiáticos de los poderes afrodisíacos de esa parte de la especie marina, redundan en la muerte de 100 millones de cetáceos cada año.
Ecologistas de más de 60 organizaciones costarricenses demandaron en varias ocasiones investigar la apatía de las autoridades con relación al cobro de los impuestos de rigor a embarcaciones de banderas foráneas.
Incluso, 30 grupos internacionales se sumaron a los 75 mil hombres y mujeres de este país que protestaron contra el aleteo en el período.
San José, 23 enero 2006
Crónica Digital/PL , 0, 28, 16