Henríquez Estuvo internado varios meses por las graves lesiones que le infligieron desconocidos. «El extraño incidente no quedó esclarecido aún», señalaron a Prensa Latina sus allegados.
Los restos de Henríquez fueron velados en la sede del partido Izquierda Cristiana y luego llevados en caravana al Cementerio General, donde recibieron un emotivo homenaje frente al memorial del Detenido-Desaparecido y del Ejecutado Político.
El extinto locutor, considerado una de las voces que más lucharon contra la dictadura de Augusto Pinochet, se desempeñó en la ya desaparecida Radio Umbral, legendaria emisora con una programación eminentemente latinoamericana.
Tras la desaparición de la radio con el fin de la dictadura, Henríquez trabajó en otras estaciones, como Radio Tierra y la Radio Nuevo Mundo.
Iván Gutiérrez, director de Crónica Digital, dijo a Prensa Latina que Henríquez fue «protagonista de la gran mayoría de los actos de la izquierda chilena, convirtiéndose en un referente para muchos de los que transitan los caminos de la cultura».
El popular cantautor Francisco Villa lo describió como «un leal y comprometido amigo y compañero, siempre al servicio de los que luchamos por un mundo mejor, siempre haciendo de su voz un puente entre muchos de los que nadamos porfiadamente contra la corriente».
Santiago de Chile, 23 de diciembre 2006
Prensa Latina
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