«Yo preferiría dejar las opiniones para después del 15 en la noche, porque él es un contendor, y yo al menos soy una persona que jamás he caído en descalificaciones y aspiro a una política distinta», afirmó en una entrevista a la emisora radical El Conquistador.
A insistencia del periodista, la ex ministra de Defensa, a quien todas las encuestan dan una clara ventaja para los comicios del domingo, se limitó a decir que Piñera tiene «cosas positivas y opciones que no comparto», pero rechazó de plano «caer en descalificaciones».
A pesar de los fuertes ataques personales recibidos de su rival a lo largo de toda la campaña, especialmente referidos a su incapacidad para gobernar el país, la abanderada del oficialismo dijo no sentirse ofendida y los atribuyó a estrategias electorales.
No obstante, insistió que se trata de actitudes «tremendamente machistas más que ofensivas». «No me ofendo por ese tipo de cosas, que entiendo que son estrategias electorales», precisó.
Mientras tanto, Chile amaneció hoy bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, como prevé la ley electoral durante las dos jornadas «de reflexión», previas a las elecciones del próximo domingo, donde se espera que unos 8,2 millones de chilenos concurran a las urnas.
Más de 20 mil efectivos del Ejército, la Marina, la Aviación y la policía de Carabineros están al cargo de la seguridad del país y de los centros de votación desde las cero horas de hoy, tras concluir anoche la campaña electoral.
Entre sus funciones, los militares tienen la responsabilidad de velar por el orden público, hacer que se cumplan las disposiciones de la ley electoral que prohíbe la propaganda política y establece el cierre de las sedes de los partidos.
El domingo regirá la ley seca en todo el país y hasta cuatro horas después de finalizadas las votaciones no podrán funcionar los teatros, cines, eventos deportivos, culturales o espectáculos públicos de cualquier origen.
Bachelet, una médico socialista de 54 años, ganó las elecciones presidenciales del pasado 11 de diciembre entre cuatro contendientes, pero no alcanzó el 50 por ciento más uno de los votos requeridos para ser confirmada.
El segundo lugar fue alcanzado por Piñera, con casi 20 puntos menos que su rival, pero suficientes para ir a la segunda vuelta del domingo próximo, donde las encuestas no le dan muchas posibilidades de triunfo, aunque no está ni mucho menos descartado.
La ex ministra de Salud y Defensa durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos cerró anoche su campaña con una concentración que reunió a cerca de 200 mil personas en el centro de esta capital, muy por encima de las expectativas de su comando.
A la misma hora, pero a 120 kilómetros de distancia, el poderoso empresario de la ultra-derecha tuvo un cierre más modesto, con unas 10 mil personas reunidas en el puerto de Valparaíso.
Para los comicios del domingo, Bachelet aspira a contar con una parte importante de los votos del pacto Junto Podemos Más y otros sectores de la izquierda independiente y de segmentos populares que en la primera vuelta sufragaron por el derechista Joaquín Lavín.
Piñera, quien el 11 de diciembre obtuvo cerca de 26, necesita poco más del 23 por ciento de la derecha dura que votó por el ex alcalde de Santiago y sumar además algunos del centro político de la democracia cristiana descontentos con el gobierno.
La última encuesta, publicada ayer por la consultora MORI, proyectaba a Bachelet como ganadora el domingo con un 53 por ciento de votos y un 47 para Piñera, pero con un alto porcentaje de personas que votarían nulo, en blanco, estarían indecisos o no votarían.
Santiago de Chile, 14 de enero 2006
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