Consciente de la importancia del foro para sus aspiraciones presidenciales, la abanderada del oficialismo pospuso una gira que debió iniciar hoy por la Primera Región a fin de concentrarse en la preparación de su puesta en escena.
Fuentes del comando de su campaña anticipan que la ex ministra de Defensa tratará a toda costa de evitar la confrontación personal con el millonario empresario, estrategia que no le dio buenos dividendos en las dos primeras semanas de campaña.
«Si él quiere pelear, que pelee solo», reafirmó Bachelet siguiendo una estrategia definida ya por su Comité Político, que buscará en cambio la forma de potenciar sus cualidades -carácter y liderazgo-, fuertemente cuestionadas por Piñera.
Al igual que su rival, quien apeló a sus estudios de economía en la Universidad de Harvard (EE.UU.) para mostrar sus preparación como gobernante, Bachelet hará hincapié también en su pasantía por escuelas militares y estratégicas del país del norte.
«Hay que mostrar una mujer que es médico, con beca en Estados Unidos en temas militares, que domina cuatro idiomas además del español», ha dicho el jefe del equipo político de la aspirante oficialista, Sergio Bitar.
Otra forma de contrarrestar la ofensiva del representante de la ultraderecha opositora respecto de la supuesta falta de condiciones de Bachelet, será buscando minar la confiabilidad del empresario, cuestionando su capacidad para asegurar la gobernabilidad.
La idea del oficialismo es dejar instalado en el debate que el dilema principal que tendrán los chilenos el próximo 15 de enero será elegir entre la vuelta al «pinochetismo» o la continuidad de Concertación, pero en una línea de corregir sus falencias.
Anoche, en tanto, la candidata rechazó en un programa de Televisión Nacional (TVN) que haya intervencionismo del Ejecutivo en su campaña y defendió las 36 propuestas que recientemente dio a conocer, marcando el énfasis que pondrá a la reforman previsional en su eventual gobierno.
Piñera, por su parte, se concentrará también en la preparación de su presentación televisiva y afinar los detalles de un conjunto de medidas que deberá anunciar en las próximas horas para los primeros 100 días de su eventual gobierno.
La idea es poder utilizar el foro televisivo para remarcar sus propuestas y confrontarlas con las 36 medidas difundidas la semana pasada por la candidata de la Concertación, las que consideró de «una pobreza franciscana», según fuentes de su comando.
La disyuntiva que se plantea es como insistir en las presuntas debilidades de carácter y liderazgo de su rival sin aparecer agresivo y machista, principales críticas que se ha hecho a su campaña y que puede tener una fuerte incidencia en el voto femenino.
La estrategia del controvertido empresario, cuya fortuna se considera en más de mil 200 millones de dólares, es mostrar la elección del 15 de enero como una disputa entre dos visiones del mundo: el humanismo cristiano (representado por él) y el ateismo de izquierda (de Bachelet).
En todo caso, el empeño de cada uno de ellos estará puesto en asegurar sus flancos más débiles, es decir, los sectores que le fueron más esquivos el pasado 11 de diciembre, donde Bachelet obtuvo el 45,95 por ciento, mientras Piñera poco más de 25.
Así, mientras la ex ministra socialista apelará al voto de los hombres, el empresario derechista se concentró en los sufragantes de centro que lo hicieron contra la continuidad de la dictadura en el plebiscito de 1988, y a las mujeres de escasos recursos.
Santiago de Chile, 2 enero 2006
Crónica Digital/Prensa Latina , 0, 56, 3