En una nutrida conferencia de prensa, que terminó ayer con peticiones de fotos y autógrafos de las periodistas presentes, aclaró: «No es que yo sea feminista a ultranza, pero hay que hacerle un espacio a la sensibilidad de las mujeres».
Recordó que en su anterior visita a Chile -antes de que Michelle Bachelet fuera presidenta- él había planteado estar a favor de que las mujeres fueran presidentas: «A mi me gusta la idea, sigo pensando que es mejor que haya una mujer en la presidencia de Chile».
Ante otra pregunta sobre la realidad chilena, el trovador opinó que debe ser muy difícil ser Presidente de Chile, sea una mujer o un hombre: «no debe ser muy fácil porque este es un país, hasta cierto punto partido en dos con intereses de un lado y de otro».
Esa bifurcación -dijo- se viene viendo en Chile desde hace muchos años. La sociedad sigue evolucionando, pero esa bifurcación continua y todo esta en inclinar más la balanza de un lado que del otro. Esa es una tarea dificilísima.
Silvio Rodríguez fue categórico al recalcar: «estoy absolutamente a favor de que esa balanza se incline cada vez más y siempre a favor del pueblo chileno, de los desposeídos, de los «rotos», de los pobres, de los que menos tienen, y lo digo sin cortapisas».
Sobre la muerte del dictador Augusto Pinochet en diciembre pasado, señaló
que eso «volvió a polarizar todo. Yo estaba allá, lejos, cuando ocurrió, pero se sentía».
Yo creo -agregó- que ahora hay una buena ocasión para empujar en la dirección apropiada esa balanza. Ojalá la sepan aprovechar bien.
Interrogado sobre otra mujer chilena, la fallecida dirigente comunista Gladys Marín, Silvio Rodríguez confirmó su asistencia a la inauguración de la sede de la Fundación que lleva su nombre el próximo día 5.
Planteó que, además de haber sido una extraordinaria dirigente, fue también una mujer fabulosa. «Además de tener un prestigio tremendo, como dirigente y como persona, también a nivel humano fue un ser
extraordinario», continuó.
Yo la conocí hace muchos años, como dirigente político y como ser humano, que era lo que la caracterizaba. Muy firme en sus principios, Gladys tenía una combinación perfecta de su ideario político con su proceder ético, subrayó Silvio Rodríguez.
Tras destacar la amplitud de ideas de la revolucionaria chilena, el artista cubano señaló que «siempre tuvo para nosotros esa cosa especial de ser una hermana, más que una camarada, o algo así».
Fuimos amigos a lo largo de muchos años y compartimos muchísimas experiencias hermosas, concluyó.
Santiago de Chile, 28 de Febrero 2007
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