Dos tercios de los analfabetos del planeta son mujeres y niñas, medio millón de mujeres mueren cada año durante el embarazo y el parto, dos tercios de los menores no escolarizados son niñas, hay más mujeres infectadas de sida, aportan dos terceras partes de las horas de trabajo, pero sólo reciben un tercio de los ingresos y el 70 por ciento de las mujeres viven en condiciones de pobreza.
Cifras que ponen de manifiesto que aún estamos lejos de conseguir la igualdad entre géneros. Las mujeres siguen sufriendo hoy graves atropellos a sus derechos.
Desde la Conferencia de la Mujer celebrada en Beijing hace diez años, poco o nada se ha avanzado. Como en otras ocasiones, los compromisos adquiridos por los 189 países firmantes para promover la participación de las mujeres, para apoyar el acceso de las mujeres a trabajos bien remunerados, para asegurar la escolarización primaria de las niñas o para legislar contra la violencia doméstica han quedado en principios de intenciones y buenas voluntades.
La educación es una de las claves para superar las diferencias. La vida de una mujer que tiene acceso a educación nada tiene que ver con la de aquellas que son privadas de este derecho universal. Una niña que estudia se casará más tarde, tendrá menos hijos, dará mejor atención y alimentación a su familia y participará de manera más activa en su comunidad. La educación de las niñas rompe con el círculo vicioso de la pobreza. La formación y la independencia económica de las mujeres son dos factores fundamentales para conseguir el desarrollo de la comunidad en la que vive. (Fragmentos de Rebelión)
Violencia contra la mujer
Cada año 2 millones de niñas sufren mutilaciones genitales.
Por lo menos 1 de 4 mujeres en el mundo sufre de maltrato doméstico.
Cada 12 segundos una mujer es maltratada por su esposo, novio o amante. En Estados Unidos esa cifra es cada nueve segundos.
El maltrato ocurre en todas las culturas, edades, nacionalidades y niveles socioculturales.
El 93 por ciento de las víctimas de violencia doméstica son mujeres.
El 64 por ciento de todas las mujeres serán maltratadas alguna vez en su vida.
El 60 por ciento de las mujeres golpeadas están embarazadas.
El 40 por ciento de las mujeres víctimas de intento de homicidio conocen a su atacante.
Las golpizas son la mayor causa de heridas en las mujeres y son más frecuentes que los accidentes automovilísticos, asaltos y violaciones todos juntos.
Sólo el 1 por ciento de las mujeres golpeadas en el hogar informa sobre los abusos sufridos.
El 40 por ciento de las mujeres golpeadas por su esposo, llevan por lo menos 20 años soportando este tipo de abusos, con las marcas físicas, emocionales y psíquicas que esto significa.
En el ámbito laboral 1 de cada 5 días laborales que pierden las mujeres están relacionados con violencia doméstica.
Por causa de la violencia más de 60 millones de mujeres y niñas mueren cada año.
Por: Ana Muñoz de Revista Mujeres
Santiago de Chile, 9 de marzo 2006
Crónica Digital
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