Desde los tiburones a las rayas, de los meros a las ballenas, el cuadro que muestra la Lista Roja este año es desalentador para las colosales criaturas que habitan los mares.
Los tiburones, en particular, están entre los animales más vulnerables a la sobre explotación y desaparecen a una velocidad preocupante en todo el planeta. Esto, debido a que muchas de las especies de tiburones son longevas, crecen en forma lenta, maduran tardíamente y tiene pocas crías luego de un largo período de gestación. Este ciclo de vida, típico de los mayores depredadores con pocos enemigos naturales, significa que los tiburones no pueden recuperarse rápidamente de la explotación por parte de los humanos.
Según este estudio en América del Sur se encuentran evaluadas 158 especies de tiburones, de las cuales casi una cuarta parte (22%) se considera amenazada. De éstas, seis especies están evaluadas como En Peligro Crítico de Extinción; cinco constan en la lista de especies En Peligro y 25 fueron catalogados como Vulnerables. El estudio señala que los tiburones y rayas, que antes se devolvían al mar por su bajo valor económico, hoy son muy buscados por su carne y aletas. Sin embargo, las pesquerías de tiburones y rayas siguen sin ser manejadas en la mayoría de los países costeros.
Por ello, corresponde hacer un llamado a los Estados a que presten más atención a las pesquerías de este recurso vulnerable y que desarrollen con urgencia planes de acción nacionales para su conservación y manejo. En ese sentido Chile debería dar importantes pasos adelante, y concretar de una vez por todas, el anunciado plan de protección para tiburones, y así demostrar un verdadero compromiso con el tema.
En esa línea se debería realizar un proceso de educación de los principales actores pesqueros, para que este plan pueda ser realmente un aporte, y junto a eso disponer de reales capacidades de fiscalización para poder hacer cumplir las medidas propuestas: que pueden pasar por fórmulas que no hagan rentable la captura, corte de aleta y posterior descarte al mar, u otras que sean más restrictivas y detengan completamente la práctica.
En forma paralela, Chile debería iniciar en conjunto con otros países de la región trabajos de investigación y recopilación de información sobre el estado de poblaciones de tiburones en sus aguas, producto de ser especies que se mueven por distintas países del continente.
Vea las fotografías de la masacre
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Por: Jordi Berenguer. El autor es periodista chileno y Coordinador de la Fundaación Oceana, Oficina para América Latina y Antártica.
Santiago de Chile, 18 de mayo 2006
Crónica Digital
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