Según los expertos que desarrollaron la investigación, quienes analizaron el peso y el sueño de unas 70 mil féminas durante 16 años, en esas circunstancias la dieta desempeña un rol muy pequeño.
Aquellas que tienen el llamado sueño ligero, o sea, las que duermen cinco horas o menos cada noche, tenían 32 por ciento de posibilidades de incrementar su peso, cuando se las comparó con las mujeres que habían dormido al menos siete horas.
Entre las primeras se observaba un 15 por ciento de probabilidades de padecer la indeseada obesidad.
Sin embargo, los especialistas participantes en la investigación se sorprendieron, pues esperaban constatar que dormir menos llevaba a las mujeres a comer más y no vieron esto.
Pero, a pesar de que las que dormían menos no comieron más, ni dejaron de hacer más ejercicios, incluso así subieron de peso al ser comparadas con quienes durmieron más.
En ese caso, los científicos estiman que dormir menos y estar despierto podría disminuir la cantidad de calorías que se queman.
También se valora la teoría que plantea que si la gente duerme menos, se mueve menos, y como resultado quema menos calorías.
Entre los resultados del estudio se desprende la recomendación a las mujeres de tratar de dormir siete horas diarias, para evitar los daños que reporta a la salud el aumento de peso, entre los que figuran la diabetes y la hipertensión.
Washington, 31 mayo 2006
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