La comunidad internacional no puede permanecer al margen en este conflicto y ha llegado el momento de que los gobiernos latinoamericanos influyan decisivamente en esta guerra que está causando daño humanitario, afirmó el líder parlamentario.
El diputado por el oficialista Partido por la Democracia (PPD) advirtió que Israel está a punto de entrar en una franja de territorio libanés peligroso para Siria, con lo que se estaría arriesgando una extensión del conflicto regional.
Leal se declaró partidario de que una fuerza de paz de la ONU pueda situarse no sólo en la frontera sur de El Líbano, sino también en la Franja de Gaza, a fin de asegurar el retiro de las tropas israelíes del territorio palestino.
Santiago de Chile, 24 de julio 2006
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Mar Jul 25 , 2006
Mazola, 68 años, casado, dos hijos (ambos médicos) y diplomático cubano por más 30 años, señala que lo que le motivó entonces a la política fue solamente derrocar a Batista. «Ese era el objetivo que yo veía a muy corto plazo en mi participación en esa contienda, sostuvo. Pero en la realidad no fue así. Mazola se vinculó desde los16 años al movimiento revolucionario que se gestaba en Cuba después de que Fidel asaltó el cuartel Moncada. «Ese gesto nos enseñó a todos los jóvenes de aquella época que había un camino para conquistar la verdadera independencia de nuestra patria, aseveró. Recuerda que cuando estaba terminando su bachillerato se incorporó a las filas del Movimiento 26 de Julio, y después, cuando ingresó a la Escuela de Medicina de la Universidad La Habana, me vinculé también a las luchas estudiantiles que tuvimos entonces. CON UN LIBRO EN LA MANO Y EN LA OTRA EL FUSIL Cuando se le consulta sobre sus recuerdos como comando en La Habana, el diplomático indica que participó en actividades «que nosotros le llamamos grupos de acción, los comandos de acción armada del movimiento en la capital». «Por esas razones fui muchas veces detenido, herido y torturado por los esbirros de la dictadura. Estuve en prisión casi un año, recuerda. En 1955 cuando Fidel Castro sale al exilio y empieza a preparar la invasión que se produce un años después (el 2 de diciembre de 1956), fue cuando Mazola -que tenía entonces 20 años- participa junto a miles de estudiantes universitarios en el cierre de la Universidad de La Habana como una acción de apoyo al desembarco de los guerrilleros. Era el momento de pelear y no de estudiar, subraya el embajador. «Ya no era el momento de estudiar sino de pelear. Un poco después la dirección de La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) llamó a dedicarse por completo a la actividad insurreccional y revolucionaria, y la mayoría la apoyamos», rememora Mazola. Por esa época el diplomático ya estaba vinculado al Movimiento 26 de Julio y mantuvo durante meses la fachada pública de ser el estudiante de medicina que iba puntualmente a la sala de ortopedia del hospital de La Habana. Mientras, participaba en las actividades político militares que le eran encomendadas. Hasta que llegó el momento en que la policía detectó esto y tuve que pasar a la vida clandestina, explicó. El médico, como le decían sus compañeros, fue detenidos dos veces. El período más largo fue al final de la etapa insurreccional contra Batista. «Allí pase un poco más de año detenido, recuerda, pero sobre la tortura no quiere decir nada: sus ojos se cristalizan y sus pensamientos vuelan hasta las mazmorras de Batista. Recuerda que en su desesperación, el régimen ordenó asaltar la prisión y durante la revuelta fue herido de un balazo en la cabeza»
»Por milímetros el tiro no me dio en un ojo y logré salvar la vida», apunta. DE ESTUDIANTE A REPRESENTANTE DEL 26 DE JULIO A NIVEL INTERNACIONAL Tras el […]