El magistrado ordenó desacumular el expediente del denominado caso Riggs y separarlo en tres procesos distintos, por cada uno de los delitos por los cuales el ex gobernante de facto ha sido encausado en el marco de las pesquisas, que se iniciaron en julio de 2004.
La decisión estaría encaminada al cierre de sumario, que permitiría al juez dictar acusaciones y sentencias. De los tres delitos radicados, el caso más avanzado y a punto del cierre es el de falsificación y uso malicioso de pasaportes.
Desde que se iniciaron los primeros procesos judiciales contra Pinochet ningún magistrado se ha acercado tanto a la posibilidad de dictar una condena en su contra. Cerda, uno de los pocos jueces en Chile que se atrevió a enfrentar a la dictadura, parece ahora decidido.
El magistrado, que indaga el origen y delitos asociados a la acumulación de la fortuna del ex mandatario, separó, en términos procesales, los antecedentes que existen en el voluminoso expediente de los delitos por los que está encausado.
Uno de ellos tiene que ver con los ilícitos que contempla el Código Tributario, en el cual Pinochet, sus familiares y colaboradores están procesados por fraude y evasión de impuestos.
Esta causa es una de las más avanzadas del proceso, que se inició en septiembre de 2004, cuando el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentó querellas contra todo el círculo del ex comandante en jefe del Ejército, que cumplirá 91 años el 25 de noviembre próximo.
Pero donde se concentra una de las mayores expectativas es en la otra causa, que ahora pasa a correr por un carril propio: falsificación y uso malicioso de pasaportes, en la cual Pinochet también está procesado, junto a familiares.
De hecho, el juez dejó constancia en su resolución de un atisbo del primer delito por el que podría ser condenado: «La substanciación de lo atingente está prácticamente concluida», escribió ayer, según fuentes citadas hoy en medios locales.
De ese modo, la desacumulación concretada le permitiría dictar las acusaciones correspondientes en este caso, que es la formulación de cargos cuando el juez tiene la convicción de la responsabilidad del acusado en el delito.
También permitiría abrir la etapa de plenario y dictar sentencia de primera instancia por primera vez contra Pinochet. Una vez concluido este paso, el caso entraría en un proceso de apelaciones que podría tomar hasta un año, de acuerdo con la legislación chilena.
La otra causa que correrá con expediente propio es la de malversación de caudales públicos. Por este delito, el último de los radicados, el ex gobernante fue desaforado el viernes último por el pleno de la Corte Suprema de Justicia.
Cerda sólo espera ahora ser notificado por el máximo tribunal respecto de esta resolución, que lo dejaría en condiciones de interrogar y -si lo estima- someter a proceso a Pinochet, como lo ha hecho ya en las dos causas anteriores.
Dentro del texto con que Cerda desacumula el caso, argumenta que «el afanoso curso progresivo de la causa, en cuanto ahora focalizada en otros delitos, determina un grave retardo».
La decisión adopta ayer por el juez responde a una petición que había realizado el Consejo de Defensa del Estado (CDE) hace algunas semanas, en la cual dejaba constancia de la necesidad de realizar la separación del caso, dado el retraso que enfrenta el proceso.
La fortuna del ex dictador es estimada en poco más de 27 millones de dólares. Aunque su origen no ha podido ser aún precisado, todo apunta a que proviene fundamentalmente del comercio ilegal de armas, del cobro de comisiones por compra de armamentos y el tráfico de drogas.
Santiago de Chile, 22 de agosto 2006
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