Luego de semanas de polémicas e incertidumbres frente a las candidaturas de Venezuela y Guatemala al estratégico órgano de Naciones Unidas, el vocero Ricardo Lagos Weber fue el encargado anoche de dar a conocer la información en un escueto comunicado.
Las declaraciones fueron formuladas luego de una reunión sostenida por la Mandataria con sus ministros en su residencia de Las Condes, a pocas horas de que se produzca hoy la crucial votación, en la que Estados Unidos ha puesto todo su poder contra Venezuela.
«La decisión ha sido tomada por la Presidenta de la República en uso de sus facultades como conductora de la política exterior de Chile, considerando los intereses superiores del país», dijo escuetamente el ministro secretario general de Gobierno.
Según el portavoz, «el Gobierno desea señalar que tiene las mejores relaciones con los gobiernos de Guatemala y Venezuela y que aspira a seguir profundizando estas buenas relaciones».
El ministro dijo que Chile se abstendrá puesto que no existía consenso frente a los dos candidatos que existen para ocupar el cupo sudamericano para miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
Añadió que Chile había planteado desde el inicio de este proceso su deseo de que este grupo latinoamericano fuera capaz de proponer un candidato único en la región, como ha ocurrido en ocho de las 11 elecciones anteriores de este tipo.
En alusión a presiones de la Democracia Cristiana, la que amenazó con una crisis en el oficialismo si la Mandataria votaba por Venezuela, Lagos Weber indicó que «en materia de política exterior no caben las presiones, ni los antes ni los después».
Más tarde, el ministro del Interior, Belisario Velasco, aseguró que «aquí no ha habido presiones que acepte la Presidenta, si alguno pretendió hacer presión es cosa de él pero no es lo que movió a la Presidenta de la República», añadiendo a Bachelet tuvo presente el interés superior del país.
Sin embargo, el Ejecutivo comunicó su decisión a los presidentes de los partidos de la Concertación antes de hacerla pública, manifestándoles que era el resultado de la falta de consenso político interno.
En ese sentido, el diario oficialista «La Nación» consignó hoy que la decisión había que interpretarla desde la perspectiva de la «política doméstica», con el propósito de evitar una crisis de gabinete (por una eventual renuncia del democristiano canciller Alejandro Foxley) y bloquear la ofensiva de la derecha. Además, indicó el matutino, la abstención «tiene un efecto neutro en la Concertación».
En este sentido, el presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, valoró la decisión que tomó la Presidenta Bachelet, asegurando que «cuando la semana pasada el ambiente se llenó de alarmantes declaraciones sobre la unidad de la Concertación, la Presidenta demostró sabiduría y generosidad cuando se adelanta a los hechos y pone como factor esencial la unidad de su alianza de Gobierno».
Escalona reiteró «la generosidad que la Presidenta ha tenido, la pone por encima de toda la contingencia y por lo tanto, lo que hace la abstención es poner paños fríos a todo lo que pasó».
El senador de la UDI, Pablo Longueira, atribuyó a los declaraciones del presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), Gutenberg Martínez Ocamica, la decisión de la Presidenta Bachelet. Martínez, como se sabe, es esposo de la presidenta del PDC, Soledad Alvear.
«El país debe agradecerle a Gutenberg Martínez esta votación», por haber señalado que, si la Mandataria votaba por Venezuela iba a haber un antes y un después al interior de la Concertación.
Longueira aseguró que la votación es una demostración de «la falta de liderazgo del Gobierno chileno», y sostuvo que se ha dado «un espectáculo a nivel internacional y con este cambio de voto se ha dañado la figura presidencial». El parlamentario indicó que esta discusión al interior de la Concertación sobre política exterior «jamás debió haberse instalado en la política interna del país, creo que si la abstención era la opción que se iba a tomar dos meses atrás, la hubieran anunciado hace mucho tiempo».
«El escenario interno, no el externo, o sea, no el Consejo de Seguridad, fue decisivo», subrayó el senador socialista Alejandro Navarro, quien fustigó a Gutenberg Martínez, pues «lo que hizo fue amenazar a la Presidenta y no se amenaza a la Presidenta».
Agregó que «todos tenemos una responsabilidad, porque se generaron condiciones que, sin duda, debilitaron a la autoridad presidencial. Todos transgredimos esa línea y creo que el peso de la DC fue, sin duda, decisivo».
Santiago de Chile 16 de octubre de 2006.
Crónica Digital
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