EDUARDO FREI SOSTIENE QUE NO ES NECESARIO CREAR COMUNIDAD SUDAMERICANA DE NACION

Crónica Digital 14 diciembre, 2006

sí lo sostuvo el Presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle en su intervención en el Seminario “Paradojas de la Integración en América Latina” organizado por la CEPAL, FLACSO y la Fundación Carolina.

“Por supuesto que no me opongo a la idea de fortalecer la unión de nuestros países, pero coincido en esto con muchos mandatarios y varios especialistas que no están dispuestos a avalar nuevas burocracias, más reuniones y cumbres”.

Recodó que “la Comunidad Sudamericana ya nació con poca consistencia en el Cuzco. Hay que recordar que originalmente sus impulsores querían que se firmara su constitución formal, pero sólo se suscribió una declaración, ante la negativa de la mayoría de los presidentes”, concluyó.

La Comunidad Sudamericana de Naciones es una comunidad política y económica entre los doce países sudamericanos constituida el 8 de diciembre de 2004 en la ciudad del Cusco, Perú durante la III Cumbre Sudamericana.

Actualmente la componen: Bolivia, Colombia, Ecuador
,Perú, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, Guyana y Surinam. Como observadores México y Panamá.

Santiago de Chile, 14 de diciembre 2006
Crónica Digital
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ESTE PAÍS ESTÁ PARTIDO EN DOS Y CADA SECTOR BUSCARÁ ESCRIBIR LA HISTORIA

Vie Dic 15 , 2006
El punto era muy simple, no había que estimular el agendamiento de temas en la OO.PP., es por eso que teniendo ciudades sin rayados, con calles limpias y jardines recién regados, se buscada transmitir que todo funcionaba, que todo estaba en su lugar, y que las ciudades, y el país en general, prosperaban en orden… y en silencio también. Estos deseos por acallar se materializaron no sólo en tiempos de dictadura, sino también pos. Esto debido a que la clase política se tomó el poder, desarticuló a la sociedad en su conjunto, y terminó administrando la teoría “que los jóvenes no estaban ni ahí”. Para disgusto de ellos surge sorpresivamente la “rebelión pingüina”, y con esto, un suspiro de esperanza nos gobernó nuevamente. El mundo político concertacionista, la derecha y los militares fallaron, la ciudadanía sí tenía voz, y el olvido o la reacción a las injusticias, sí tenían respuesta. El poder político nos habla de reconciliación, nos obliga a reinventarnos, a simular una mueca y dar un abrazo al opresor. Pero esa experiencia de “venta” es rechazada una y otra vez por los sectores golpeados por la dictadura. Las castas políticas en forma permanente lo intentan todo. Surgen ejemplos que bordean lo brutal (mesa de diálogo), pero el mundo social, el mundo que sí cree en el respeto a los DD.HH., observa y denuncia estas maniobras. Una y otra vez las apuestas son cada vez más burdas (Lavín visita a su primo), pero las certezas están definidas: ni perdón ni olvido. El domingo pasado murió Pinochet. Unos festejamos y otros lloraron. El país presenció por televisión dos ritos cercanos a la euforia y la depresión. Todo en un mismo país, todo a la misma hora, a unos pocos kilómetros… el país se fracciona… en realidad seguimos fraccionados… ¡y que! Un nieto militar lanza un discurso reivindicando el golpe del ‘73, justificando a su abuelo traidor. Otro nieto se detiene frente al ataúd de Pinochet y lo escupe. Uno cree que su abuelo es un héroe, el otro (Prats) escupe con el odio que sólo puede tener un nieto que no conoció a los padres de su madre, ya que éstos fueron asesinados. Dos nietos, dos trincheras, dos apuestas… una fragmentación-país. Los nietos hoy levantan sus banderas, la sangre nueva aborda su real estado, y asume que la realidad muchas veces supera a la ficción (¿transición terminada?). La realidad es una: este país está partido en dos y cada sector buscará escribir la historia. Bajo esta premisa sólo nos queda asumir un protagonismo mayor; comprender nuestra función como comunicadores; develar las mentiras y argumentar para acallar las voces falaces. Nuestra misión como comunicadores es construir visión desde los hechos, desde nuestras certezas y vivencias ciudadanas, y desde ahí, perfilar miradas para futuros cercanos. Futuros que estarán habitados por nuevas generaciones, generaciones que buscarán respuestas, imágenes, entrevistas y testimonios. Será esa información el mejor legado, la mayor huella para algún día cerrar este capítulo vergonzoso y doloroso, que nuestro país desde […]

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